Según la organización, los bloqueos en la investigación del asesinato de Merardo Romero se deben, al parecer, a los altos cargos políticos de las personas acusadas.
(RSF/IFEX) – 14 de octubre de 2011 – A ocho meses del asesinato de Merardo Alejandro Romero Chávez, conductor de un programa de la radio comunitaria La Voz de Ytakyry, en la ciudad que lleva el mismo nombre (departamento de Alto Paraná, este), los presuntos autores intelectuales del crimen aún gozan de una escandalosa impunidad. Esto, pese a que los autores materiales ya se encuentran en prisión. El poco eco que ha tenido este caso en el departamento y los bloqueos en la investigación se deben, al parecer, a los altos cargos políticos de las personas acusadas.
El 3 de marzo de 2011, el periodista fue asesinado a balazos en su domicilio, frente a sus hijos. Cinco días más tarde, un colega suyo de la misma radio, Rumilio Piris, blanco de amenazas de muerte, renunció a su trabajo.
«La investigación por el asesinato de Merardo Romero no debe detenerse con el castigo de los autores materiales. Sería un gran escándalo si se comprueba que los políticos acusados en este caso gozaron de la protección de la policía y de la justicia. La lucha contra la impunidad no sirve de nada si sólo se castiga a los intermediarios o a los ejecutores para proteger a los individuos en el poder. En este caso, estos deben ser detenidos y rendir cuentas ante la justicia», declaró Reporteros sin Fronteras. La organización recuerda que los periodistas paraguayos que tratan temas como la corrupción o el narcotráfico siempre corren grandes riesgos, como se señaló en un informe publicado en julio.
El 4 de abril el Ministerio Público emitió una orden de detención por «homicidio doloso» contra José Valenzuela, quien ocupa un alto puesto en el Partido Colorado. No obstante, la policía declaró que «desconocía su paradero». Apoyándose en informes telefónicos, la investigación revela que Valenzuela hizo amenazas de muerte al periodista y ofreció la suma de 8 millones de guaraníes (aproximadamente 2.000 USD) a los presuntos ejecutores del crimen: Silvio Samudio Benítez, Ofelio José Pérez Paredes y Arnildo Enciso Borja, quienes se encuentran detenidos en la cárcel regional de Ciudad del Este en espera de su juicio.
Otro dirigente del Partido Colorado y ex alcalde de Ytakyry, Miguel Ángel Soria, continúa negando toda implicación en el caso. La familia de la víctima lo señala formalmente como el autor intelectual del crimen. Romero denunciaba en la radio los presuntos actos de corrupción cometidos por el ex funcionario. Personas cercanas al periodista aseguran que éste recibió amenazas de muerte vía llamadas telefónicas dirigidas directamente contra él.
Otro posible móvil del crimen está relacionado con la tendencia política de Romero. El periodista militaba en el movimiento «Esperanza Colorada», tendencia del Partido Colorado opuesta a la fracción «Honor Colorado», de la cual eran miembros Soria y Valenzuela. Según la prensa paraguaya, los dos hombres gozan del apoyo del gobernador del Alto Paraná, Darío Aguinagalde Gallinar, quien recientemente dijo querer «ametrallar» a periodistas de la región.