La juez federal Leonie Brinkema rechazó una solicitud del gobierno federal, requiriendo que James Risen declarara sobre algunos hechos; el gobierno apela actualmente ésta última decisión.
(RSF/IFEX) – 21 de octubre de 2011 – Reporteros sin Fronteras pide al Departamento de Justicia que retire la apelación presentada el 19 de octubre de 2011, con la que pretende forzar al periodista de «The New York Times» James Risen a comparecer, con el fin de que revele sus fuentes en el marco del proceso de Jeffrey Sterling, ex agente de la CIA acusado de haber filtrado información confidencial clasificada.
«Recordamos a la administración de Obama que su misión no es juzgar la cobertura apropiada de los casos concernientes a la seguridad nacional. El proceso de Jeffrey Sterling fue suspendido por un plazo indeterminado. Forzar a James Risen a declarar es querer amordazar a todo periodista que pueda publicar información clasificada y decidir qué debe o no aparecer en la prensa», declaró Reporteros sin Fronteras.
«Seguiré peleando contra los esfuerzos del gobierno porque creo que este caso es una batalla fundamental por la libertad de prensa en Estados Unidos», nos confió James Risen el 20 de octubre. «Si no lucho, el gobierno perseguirá después a otros periodistas».
Desde la investidura de Barack Obama, su administración ha emprendido cinco procesos contra presuntas fuentes apoyándose en la Espionage Act (ley de espionaje); nunca antes un gobierno federal había alcanzado ese número. En la actualidad, ninguna «ley escudo» federal garantiza a los periodistas la protección de sus fuentes.
En diciembre de 2005 James Risen escribió un artículo para «The New York Times» en el que revelaba que la administración Bush desarrollaba un amplio programa de espionaje telefónico de ciudadanos estadounidenses fuera de todo marco legal. En enero de 2006 el periodista publicó un libro titulado: «State of War: The Secret History of the CIA and the Bush Administration» (Estado de Guerra: la historia secreta de la CIA y de la administración Bush), que destinaba un capítulo a este programa de salvaje espionaje telefónico. James Risen también reveló muchos otros aspectos de la «guerra contra el terrorismo» emprendida por el ex inquilino de la Casa Blanca. Entonces, la administración Bush pidió al Departamento de Justicia que abriera una investigación con el fin de descubrir las fuentes del artículo publicado en «The New York Times» sobre el espionaje telefónico. Como la investigación no progresó, James Risen escapó a las acciones legales.
En cambio, en 2008, la administración Bush citó al periodista en el marco de una segunda investigación concerniente a otro asunto contenido en su libro, relativo a una operación de inteligencia – fallida – de la CIA relacionada con un programa nuclear iraní. James Risen fue citado para declarar ante un gran tribunal, pero el periodista se negó, y el plazo de la citación expiró al inicio del mandato de Barack Obama.
En 2010 la administración Obama de nuevo intentó que se citara a James Risen ante un gran tribunal, a lo que el periodista volvió a negarse. La juez federal Leonie Brinkema invalidó la comparecencia. En 2011 la administración federal pidió que se le citara de nuevo en el juicio de Sterling. La juez Brinkema rechazó una vez más la solicitud del gobierno federal, requiriendo que el periodista declarara sólo sobre algunos hechos. A inicios del mes de octubre la magistrada rechazó una moción de la administración Obama que buscaba que revocara su decisión sobre el juicio precedente. El gobierno federal apela actualmente ésta última decisión.