El periodista Antolín Pinedo Golac denunció haber sido secuestrado un día y medio por ronderos del distrito de Soritor, provincia de Moyabamba, en el Perú.
(IPYS/IFEX) – El 28 de agosto de 2012, el periodista Antolín Pinedo Golac, director del noticiero «La Palabra» de radio Tropicana, denunció haber sido retenido y secuestrado un día y medio hace 20 días por ronderos del distrito de Soritor, provincia de Moyabamba, en la región San Martín, al oriente del país.
Según el periodista, el secuestro fue dirigido por el presidente de la ronda, Régulo Peralta Delgado. Los ronderos de las localidades de Tangumí y Cementerio citaron a Pinedo Golac para dar su versión sobre unos comentarios vertidos en el espacio de noticias y, cuando este acudió, lo detuvieron, secuestraron y humillaron.
Los ronderos justificaron el rapto, que tomó lugar la noche del 8 de agosto hasta la tarde del 9 de agosto, en que el periodista había previamente criticado al frente de defensa, calificándolo de «espurio», lo que fue tomado como una ofensa.
El periodista alega que fue obligado a firmar un documento en el que se comprometía a pedir disculpas en el noticiero durante tres días y, de no hacerlo, pagaría una reparación de tres mil soles (aproximadamente 1150 USD) y sería castigado nuevamente, esta vez por ronderos de 60 bases.
Pinedo Golac logró comunicarse con un familiar, quien a su vez dio aviso a la Policía Nacional del Perú. Así, un fiscal y un efectivo policial se constituyeron al lugar de la retención del periodista y exigieron su liberación.
El comunicador interpuso una denuncia penal contra los ronderos y el frente de defensa por la agresión, e incluyó en la denuncia al gobernador de Soritor, Augusto Jiménez. Pinedo también acusa a Eliseo Álava Portocarrero, presidente del frente de defensa, de propiciar esta agresión física y sicológica al obligarle a arrodillarse y pedir perdón por sus críticas.
Por su parte, el consejero regional por la provincia de Moyabamba, Marco Cruzalegui, y el presidente de las rondas campesinas, Demetrio Núñez Guarnido, se han comprometido a evitar en el futuro excesos de esta naturaleza.
Previamente en la zona, se ha reportado varios casos de intervención arbitraria e ilegal de las rondas campesinas en contra de la prensa, constituyéndose en una nueva forma de atentado contra la libertad de expresión.