Medidas legales restrictivas que coartan la libertad de expresión; el discurso estigmatizante e intimidatorio en contra de medios y periodistas desde las altas esferas de poder son algunos de los temas que preocupan a organizaciones internacionales que defienden la libertad de expresión.
(Fundamedios/IFEX) – 26 octubre 2012 – Medidas legales restrictivas que coartan la libertad de expresión; el discurso estigmatizante e intimidatorio en contra de medios y periodistas desde las altas esferas de poder y un creciente clima de polarización y hostilidad entre profesionales de medios y el Gobierno, son los temas que, en su mayoría preocupan a organizaciones internacionales que defienden la libertad de expresión en el mundo.
Así lo han expresado organismos como El Instituto Internacional de la Prensa (IPI), en su informe final sobre Ecuador publicado en esta semana, y organizaciones similares como el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ); Amnistía Internacional; Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA); la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Human Rights Watch (HRW), Reporteros sin Fronteras (RSF), entre otros.
El IPI publicó su informe sobre la base de la información recogida del 7 al 11 de mayo de este año, cuando emprendieron una misión de libertad de prensa en el Ecuador y en el cual concluyeron que los medios de comunicación privados de la nación están siendo “blanco de ataques” por parte del gobierno del presidente Rafael Correa.
Antes de detallar este informe, cabe recordar lo que otras organizaciones indicaron respecto a la situación de la libertad de expresión en el país.
El CPJ, en su informe: “Ecuador bajo Correa: confrontación y represión”, publicado en septiembre de 2011, asegura que, la administración de Rafael Correa ha conducido a Ecuador a una etapa de represión generalizada en temas de libertad de expresión “al interrumpir programas de noticias en medios privados para imponer el punto de vista oficial, promover medidas legales restrictivas, lanzar campañas de desprestigio contra los críticos y enjuiciar a periodistas por difamación”.