Lilia Giménez, periodista corresponsal del diario El Anaquense, periódico privado, presume que haya sido víctima de un ataque en su casa debido a la publicación de denuncias de varias comunidades sobre la gestión de dirigentes gubernamentales de la fuerza política oficial.
El 12 de abril de 2013, cerca de las 11:15 de la noche, Lilia Giménez, periodista corresponsal del diario El Anaquense, periódico privado local, en el municipio Aragua de Barcelona, en la zona centro del estado Anzoátegui, presume que haya sido víctima de un ataque en su casa debido a la publicación de denuncias de varias comunidades sobre la gestión de dirigentes gubernamentales en esa ciudad, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fuerza política oficial. Un funcionario público y militante de ese partido político, también, intimidó a la periodista.
Según relató a IPYS-Venezuela, la periodista oyó unos ruidos afuera de su casa ubicada en la localidad de Aragua de Barcelona. Al salir, se percató de que su camioneta, que se encontraba en el estacionamiento de su vivienda, estaba incendiándose. Debido a la falta de agua en el sector, fue poco lo que ella y sus vecinos pudieron hacer y el vehículo resultó totalmente consumido por las llamas. Afortunadamente, nada le pasó a ella ni a su casa.
Una omisión de policía de Aragua de Barcelona y una unidad de los Bomberos de Anaco (ciudad que queda a 20 minutos de distancia) acudieron al lugar, pero ya no había nada que hacer. Los uniformados recabaron información en el sitio para intentar averiguar las causas del incendio, y unos vecinos aseguraron que vieron salir de esa calle a dos motorizados y un carro blanco.
En medio del incidente, se acercó a la periodista un funcionario público de la localidad, quien, además, es militante del PSUV y de manera intimidatoria le dijo: “Duro es que te van a dar”. En la jerga venezolana, esta frase se puede interpretar como una amenaza de ataque.
Giménez colocó la denuncia ante la sede en Barcelona del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), cuerpo de inteligencia policial del Estado, a fin de que acudieran a hacer las experticias, pero hasta la fecha no han aparecido. Un comisario del CICPC le ofreció custodia policial, pero Giménez la rechazó puesto que ella asegura que tanto los poderes públicos municipales como los organismos de seguridad están “controlados por el oficialismo”.
La reportera de El Anaquense, aunque no tiene pruebas, dice que este hecho pudo haber sido una forma de amedrentamiento o retaliación debido a una nota publicada en ese diario, en la que se hacía referencia a la detención de dos sujetos presuntamente vinculados con un asesinato en Aragua de Barcelona.
Los hombres aprehendidos son hijos de una militante de gran peso dentro del PSUV en la región, y aunque no fue Giménez quien escribió la nota, ha sido ella quien ha hecho seguimiento al caso, y es probable que con la quema de su camioneta intenten asustarla.
“Imagino que por razones políticas mi camioneta haya sido incendiada. Mi trabajo dentro del periodismo es objetivo, no obstante mi tendencia ideológico siempre ha sido crítica hacia el actual gobierno”, dijo la reportera con más de 30 años de experiencia.
Ante la desconfianza que siente hacia los cuerpos de seguridad estatales, Giménez optó por contratar custodia privada para ella y su residencia.
“Intenté manejar la situación bajo perfil, porque si este caso tiene una vinculación política, no me van a decir la verdad. Todos los poderes públicos de Aragua de Barcelona están controlados por el PSUV”.
La periodista Lilia Giménez sigue con su trabajo en el diario El Anaquense.
Esta situación coloca en riesgo la vida e integridad de la periodista, lo cual es contrario a los principios de la libertad de expresión e información establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que refieren que estos derechos se deben ejercer sin ningún tipo de riesgo, amenazas ni presiones.