Por primera vez desde que iniciaron los procesos penales contra sus secuestradores, emprendidos por la periodista Claudia Julieta Duque hace más de 10 años, se registran algunos avances. Recientemente la periodista acaba de denunciar nuevas situaciones de riesgo contra sus padres y su abogado, quien también es blanco de amenazas.
La periodista de investigación Claudia Julieta Duque fue víctima de seguimientos, amenazas y hasta tortura psicológica desde el 2001, tras realizar una investigación sobre la muerte del periodista Jaime Garzón, asesinado el 13 de agosto de 1999 en Bogotá. En 2009 pudo probar que muchos de esos hechos fueron orquestados por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), el principal servicio de inteligencia del país.
Por primera vez desde que iniciaron los procesos penales contra sus secuestradores, emprendidos por la periodista de radio Nizkor hace más de 10 años, se registran algunos avances. El 20 de marzo de 2014, Jorge Armando Rubiano Jiménez, exsubdirector de Desarrollo Tecnológico del DAS, aceptó ser culpable del delito de “tortura agravada”.
Los actos de intimidación de los que ha sido objeto Claudia Julieta Duque, por 10 años, son persistentes y se han incrementado con los resultados judiciales. Recientemente la periodista acaba de denunciar nuevas situaciones de riesgo contra sus padres y su abogado, Víctor Velásquez, quien también es blanco de amenazas. La periodista y su abogado temen que la independencia del fiscal encargado del caso se vea afectada por diversas formas de presión externas: algunos exfuncionarios del DAS aún mantienen una relación cercana con el poder y están interesados en que este proceso se estanque.
“Reporteros sin Fronteras pide a las autoridades colombianas que garanticen la seguridad de la periodista y su familia, y que permitan que la justicia haga su trabajo con toda independencia, para que los autores de las actuales amenazas, así como los responsables del secuestro y la tortura que sufrió la periodista, sean castigados”, señaló Camille Soulier, responsable del Despacho Américas de Reporteros sin Fronteras.
Claudia Julieta Duque ya había emprendido procesos penales en 2004 por las amenazas que padecía. Debido a los ataques que sufrió entre 2001 y 2009, la periodista tuvo que exiliarse tres veces. Pese a las demandas presentadas en 2001 y 2004, no fue sino hasta diciembre de 2011 que un Fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos decidió que se abriera una investigación penal de manera formal contra siete exfuncionarios del DAS por “tortura agravada”. Se detuvo a varios de los sospechosos, entre ellos el exfuncionario del DAS Jorge Noguera Cotes, pero esta decisión no hizo avanzar más la investigación. Hugo Daney Ortiz García, exdirector de Operaciones del DAS, incluso fue puesto en libertad sin justificación, pero se entregó un mes más tarde. El exdetective del DAS Ronald Harbey Rivera también es sospechoso de haber participado en la persecución que sufrió Claudia Julieta Duque. Su interrogatorio, previsto para el 23 de abril de 2014, debe llevarse a cabo imperativamente. Hasta el momento, Jorge Armando Rubiano Jiménez es el único acusado que se ha declarado culpable.
El 26 de marzo de 2014 Claudia Julieta Duque y su abogado acudieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para tratar su caso con las autoridades colombianas, entre ellas, representantes de la Fiscalía General de la Nación. La periodista explicó a Reporteros sin Fronteras que estos no mostraron ninguna voluntad para investigar los hechos sucedidos desde 2011 a la fecha.
Las amenazas y el secuestro que sufrió Claudia Julieta Duque no son los únicos ataques a la libertad de información en los que el DAS está implicado. Al órgano de vigilancia también se le acusa en las chuzadas, un escándalo de escuchas telefónicas ilegales. Numerosas organizaciones y agencias de prensa internacionales que fueron víctimas de este espionaje interpusieron una denuncia penal contra el expresidente colombiano Álvaro Uribe por su presunta responsabilidad en el caso. Asimismo, en febrero de 2014 fueron interceptados miles de correos electrónicos intercambiados entre los portavoces de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y periodistas colombianos y extranjeros.
Colombia ocupa el lugar 126, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa publicada por Reporteros sin Fronteras el 12 de febrero pasado.