Las víctimas son Juan Bolívar Díaz, Huchi Lora, Amelia Deschamps y Roberto Cavada, cuatro de los periodistas de televisión más influyentes del país. Un grupo minoritario les acusa de “antidominicanos”.
Este artículo fue publicado originalmente en freemedia.at el 9 de febrero de 2015.
El Instituto Internacional de la Prensa (IPI, por sus siglas en inglés) quiere expresar su solidaridad con los cuatro periodistas de la República Dominicana amenazados de muerte y pide a la justicia del país que actúe para que este tipo de episodios no se vuelvan a repetir e invita al Gobierno a que investigue el caso.
Las víctimas son Juan Bolívar Díaz, Huchi Lora, Amelia Deschamps y Roberto Cavada, cuatro de los periodistas de televisión más influyentes del país.
Según un comunicado emitido por los propios periodistas, las intimidaciones proceden de los integrantes del “Movimiento Patriótico Independiente”, un grupo, dicen, que se ha autoproclamado “defensores de la patria”.
Las amenazas de muerte se lanzaron el pasado 26 de enero, Día de Duarte, fundador de la República Dominicana, en dos actos públicos simultáneos en las ciudades de Santiago y Azua. En ambos se lanzaron consignas para atentar contra la vida de estos cuatro periodistas.
De hecho, y según recoge el comunicado, el promotor del evento en el parque de El Egido, de Santiago, proclamó lo siguiente: “Estamos llamando a que los traidores antidominicanos merecen la muerte: los Juan Bolívar Díaz, los Huchi Lora, los Cavada, merecen la muerte porque traicionan la patria dominicana. En tal sentido estamos llamando a todas las fuerzas democráticas de la nación a defender nuestra nacionalidad”.
Tal y como relata Juan Bolívar Díaz, uno de los periodistas más prominentes del país, ese grupo minoritario les acusa de “antidominicanos” ya que se tratan de figuras públicas que han adoptado una actitud crítica contra la decisión del Gobierno de desnacionalizar a todos aquellos dominicanos cuyo ascendencia fueron inmigrantes ilegales procedentes de Haití.
“Nosotros pedimos a las autoridades que detengan la campaña de odio y de estigmatización que llega a pedir la muerte de nosotros en plazas públicas” aseguró Juan Bolívar Díaz, director de informaciones de Canal 2, en conversación telefónica con el IPI.
Son los propios periodistas que entienden tales amenazas contra su vida como parte de una campaña orquestada por dicho grupo para desacreditarlos y amedrentarlos. De hecho, las primeras provocaciones ya se iniciaron a mediados de enero. Dos de los periodistas alegan en el comunicado que un miembro relacionado con la organización les había increpado en un supermercado: “Les vamos a dar muerte a los traidores y los primeros serán los periodistas”.
El secretario general del Colegio Dominicano de Periodistas, Aurelio Henríquez, condenó públicamente las amenazas. “Rechazamos el pronunciamiento de amenaza de muerte pública a cuatro periodistas destacados de República Dominicana,” dijo. “Esta situación afecta a la libertad de expresión y de prensa de otros periodistas”.
Además, Henríquez solicita el apoyo de las organizaciones internacionales para “tratar que el gobierno dominicano pueda investigar esta situación hasta las últimas consecuencias y que se trate de controlar esta situación de incitación al odio, de incitación a la muerte, como han manifestado estos ciudadanos contra los que no piensan igual que ellos”.
El pasado viernes 6 de febrero, los cuatro periodistas fueron a declarar ante la fiscal, en la Procuraduría de Santiago. También se tuvo que presentar el presunto autor de las amenazas sobre el que pesaba una orden de “conducencia”. En su declaración, alegó que “había traidores a la patria”.
Mientras tanto, un grupo de acólitos del acusado se habían apostado en el exterior de las oficinas de la fiscalía de Santiago e increparon a tres periodistas allí presentes.
De hecho, según explica el mismo Juan Bolívar Díaz, este mismo fin de semana, un columnista del diario digital Acento y su hijo también han sido amenazados de muerte, presuntamente, por simpatizantes de la misma organización.
“Existe una actitud de intimidación y un ambiente de intolerancia contra toda la gente que es crítica contra sus postulados”, sentenció Díaz.