El 25 de mayo fue el día del Periodista en Honduras, pero hubo poco que celebrar. El país sigue inmerso en una fuerte ola de violencia que atenta contra los medios, los periodistas o activistas.
El jueves 25 de mayo de 2017 fue el día del Periodista en Honduras, pero hubo poco que celebrar. El país sigue inmerso en una fuerte ola de violencia que atenta contra los medios, los periodistas o activistas. Los ataques se suceden y la preocupación se extiende entre las organizaciones locales e internacionales, que no ven una salida a este círculo vicioso de violencia y coerción a la libertad de expresarse.
El proceso lleva ya varios años, y se puede situar al golpe de Estado del 2009 como un punto de inflexión en el estado de la libertad de expresión del país centroamericano. El país bajó tres posiciones en la Clasificación Mundial 2017 de Reporteros sin Fronteras.
«El país es presa de la violencia del crimen organizado y de la corrupción. Asimismo, posee uno de los índices de impunidad más elevados del continente. Los periodistas que trabajan para los medios de comunicación de oposición o comunitarios a menudo son agredidos o amenazados de muerte, por lo que a veces se ven obligados a exiliarse», señala RSF en su informe de 2017.
Además de los ataques y amenazas, existe otro elemento de presión para los activistas y profesionales de la comunicación: un sistema de leyes que castigan y coartan la libertad de expresión, una de cuyas últimas facetas fue la aprobación de modificaciones en el Código Penal que fueron duramente condenadas por asociaciones como la Sociedad Interamericana de Prensa.
Más muertos, más ataques
A pocos meses de iniciado el 2016, Honduras se estremecía con la muerte de la reconocida activista Berta Cáceres, asesinada a tiros el 2 de marzo de 2016. Unos días después también era asesinado otro, activista, Nelson García.
El día del periodista en Honduras, el corresponsal del portal brasileño www.desacato.info Ronnie Huete, fue detenido por miembros de la Policía Nacional mientras daba cobertura al desalojo de estudiantes en el interior de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Según constató el miembro C-Libre, Huete fue golpeado por la policía y la seguridad privada de la Universidad.
Un grupo de estudiantes que tomó las instalaciones de la casa de estudios en protesta civil fue desalojado violentamente por un conjunto de militares y policías. Los efectivos ingresaron a las instalaciones universitarias sin orden de ningún juez que lo autorizara y a pesar que la autonomía universitaria les prohíbe el ingreso al campus.
A estos hechos los preceden otra seguidilla de lamentables eventos: el 19 de mayo el corresponsal de Radio Progreso Cesar Geovany Bernárdez fue detenido luego de haber participado en una reunión de la Junta directiva de la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH).
El 22 de mayo el periodista y director del telenoticiero «Telavisión Edición Estelar» Ricardo Patiño, denunció que ha recibido amenazas por redes sociales y que en abril fue agredido físicamente.
Estos casos más recientes se suman a otros tantos, como el del periodista Edgar Joel Aguilar, corresponsal de Canal 6 en Ciudad de La Entrada, municipio de Nueva Arcadia, Copán, quien fuera amenazado de muerte el primero de febrero.
El 17 de enero el periodista Igor Padilla fue asesinado a tiros. Colegas del medio para el que trabajaba habían sido amenazados de muerte días antes.