Después de 11 meses de detención preventiva, Valov fue declarado culpable de extorsionar a Yury Napso, un representante de Sochi en el parlamento ruso, a pesar de la falta de pruebas materiales y de las repetidas infracciones de procedimiento desde que comenzara el juicio a principios de octubre.
Este artículo fue publicado originalmente en rsf.org el 28 de diciembre de 2018.
Reporteros sin Fronteras (RSF) pide nuevamente la liberación inmediata de Alexander Valov, un bloguero ruso que fue condenado este 26 de diciembre a seis años en un campo de prisioneros y a una multa de 700,000 rublos (unos 9,000 euros) tras un juicio falso en la ciudad de Sochi, al suroeste de Rusia.
Después de 11 meses de detención preventiva, Valov fue declarado culpable de extorsionar a Yury Napso, un representante de Sochi en el parlamento ruso, a pesar de la falta de pruebas materiales y de las repetidas infracciones de procedimiento desde que comenzara el juicio a principios de octubre.
Cuando compareció por última vez ante el tribunal, el 19 de diciembre, Valov reiteró que el caso de la fiscalía se basaba únicamente en el testimonio de Napso y sus dos asistentes y en citas de llamadas telefónicas sacadas de contexto. El Servicio de Seguridad Federal (FSB) intervino su teléfono alegando que pertenecía a un «grupo de ciudadanos con ideas a favor de la oposición».
Valov es conocido en la región de Sochi por criticar a prominentes figuras locales en su blog, BlogSochi, en el que acusó a Napso de hacerse cargo de una parte de la playa de Sochi para construir una piscina privada.
«Condenamos enérgicamente la dura sentencia impuesta a Alexander Valov», denuncia Johann Bihr, jefe de la oficina de RSF para Europa del Este y Asia Central. «Las numerosas violaciones de procedimiento observadas en el transcurso del juicio evidencian un deseo de silenciar a este bloguero. Exigimos su liberación inmediata y una audiencia de apelación justa en una región diferente».
Todas las cuentas de la red social de Valov fueron pirateadas en marzo y BlogSochi sigue siendo inaccesible. Desde la reelección de Vladimir Putin como presidente en 2012, internet ha estado bajo un estrecho control en Rusia, que ocupa el puesto 148, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2018 de Reporteros sin Fronteras.