(RSF/IFEX) – La reforma del Federal Bureau of Investigation (FBI), iniciada por el gobierno norteamericano, preocupa seriamente a RSF. Concede, a los agentes federales que lleven a cabo investigaciones relacionadas con la lucha contra el terrorismo, todo el poder para escuchar conversaciones telefonicas e interceptar correos electronicos, y cualquier intercambio de informaciones a través de […]
(RSF/IFEX) – La reforma del Federal Bureau of Investigation (FBI), iniciada por el gobierno norteamericano, preocupa seriamente a RSF. Concede, a los agentes federales que lleven a cabo investigaciones relacionadas con la lucha contra el terrorismo, todo el poder para escuchar conversaciones telefonicas e interceptar correos electronicos, y cualquier intercambio de informaciones a través de Internet.
«La emocion provocada por los atentados del 11 de septiembre de 2001, y la legítima voluntad de luchar contra el terrorismo, no deben llevar a la amputacion de las libertades colectivas e individuales, ni especialmente a un retroceso de la libertad de expresion que, en Estados Unidos, está consagrada en la Primera Enmienda de la Constitucion», declaro Robert Ménard, secretario general de la organizacion, en una carta dirigida al Ministro de Justicia, John Ashcroft. «Esta reforma cuestiona los principios fundamentales del secreto de las fuentes de los periodistas, y de la confidencialidad de sus informaciones», añadio Ménard.
RSF ha pedido a Ashcroft que reafirme el principio del secreto de las fuentes, y de la confidencialidad de las informaciones, sometiendo cualquier acto de vigilancia a la autorizacion previa de un magistrado.
El Ministro de Justicia y Robert Mueller, el director del FBI, presentaron su plan de reforma de la policía federal, el 30 de mayo de 2002. Según ese plan, el FBI centra ahora sus actividades en la lucha antiterrorista, y no en la lucha contra la criminalidad. Una de las principales novedades es la autorizacion que se da a los agentes federales para que puedan controlar las comunicaciones telefonicas y electronicas de cualquier persona que pueda poseer informaciones relacionadas con asuntos terroristas, sin necesidad de un mandato judicial. El FBI también puede entrar en las bases de datos informáticos que contengan informaciones de orden comercial, economico o científico. Finalmente, los agentes podrán infiltrarse en reuniones políticas y públicas, así como en los lugares de culto. Estas investigaciones pueden efectuarse a título «preventivo», incluso en el caso de que no exista ninguna prueba contra las personas u organizaciones vigiladas.
Las principales organizaciones de defensa de la libertad de expresion y de los derechos cívicos han protestado contra esta reforma «que recuerda las horas sombrías del maccarthismo». Sobre todo, porque algunos recientes deslices ponen de manifiesto los límites de una vigilancia poca enmarcada. Así, la organizacion no gubernamental norteamericana Electronic Privacy Information Center (EPIC) ha conseguido hacerse con documentos oficiales del FBI que prueban como una insuficiencia de su programa de interceptacion de e-mails «Carnivore» llevo, por error, al espionaje de correos electronicos de ciudadanos que no tienen nada que ver con asuntos de terrorismo.