(IPYS/IFEX) – El periodista Marco Antonio Apaza Carpio fue difamado telefónicamente el pasado 3 de septiembre de 2003 en su propio programa de televisión cuando recibía opiniones ciudadanas en torno a irregularidades que se habrían cometido en la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) de la ciudad de Arequipa, capital de la región del mismo […]
(IPYS/IFEX) – El periodista Marco Antonio Apaza Carpio fue difamado telefónicamente el pasado 3 de septiembre de 2003 en su propio programa de televisión cuando recibía opiniones ciudadanas en torno a irregularidades que se habrían cometido en la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) de la ciudad de Arequipa, capital de la región del mismo nombre, en el sur del país.
El periodista, que conduce el espacio «Telediario», que va de lunes a viernes entre 7 y 10 de la mañana (hora local), por el Canal 4 de esa ciudad, difundió el día anterior un reportaje que ya había sido propalado en el programa dominical «Cuarto Poder», de cobertura nacional. En dicho programa se daba cuenta de una serie de irregularidades que la Contraloría General de la República habría detectado en la UNSA. Ese día Apaza Carpio había invitado al rector de la universidad, Rolando Cornejo Cuervo, principal implicado en las denuncias. Al transcurrir la hora, y ante la ausencia de la autoridad universitaria, el periodista decidió dar pase a insistentes llamadas de ciudadanos que deseaban opinar al respecto.
En medio de las llamadas se recibió la de una señora que comenzó a acusar a Apaza Carpio de querer «desprestigiar» a la UNSA por haber sido echado de ella, ya que tenía una denuncia por «acoso sexual» a una supuesta alumna llamada Martha Castro. La persona colgó sin identificarse y más adelante otras dos llamadas, con el mismo tenor ingresaron a su programa. Pesar a ello, el periodista decidió seguir adelante con la secuencia.
Interrogado por el IPYS, Apaza Carpio señaló que nunca había tenido tal denuncia y que tampoco había tenido, según sus registros, ninguna alumna con ese nombre, por lo que atribuyó las llamadas a una defensa desesperada de los allegados del rector Cornejo Cuervo.
También refirió que a partir de ese día recibe constantes llamadas telefónicas que, con palabras soeces y amenazantes, lo conminan a dejar de «difamar a la universidad».
Asimismo, dijo también que tres días después de estos hechos recibió la llamada de la esposa del Rector Cornejo Cuervo, la señora Rosa Guerra, quien también está implicada en algunas de las irregularidades denunciadas. La comunicación fue para reprocharle una supuesta falta de veracidad en sus informaciones.
Por último, con fecha 10 de setiembre, el gerente de la televisora, Ariel Hinojosa Ponce, recibió una carta notarial firmada por el Rector Cornejo Cuervo en la que acusa al periodista de «difundir información utilizando documentos internos, transgrediendo la confidencialidad de los mismos para distorsionar los hechos y la veracidad de los mismos, que agravian a la Universidad Nacional de San Agustín, por lo que, tanto la Facultad de Derecho como la Oficina de Asesoría Legal, iniciarán las acciones judiciales pertinentes».