(IPYS/IFEX) – El 11 de marzo de 2004, el director regional de educación de Junín, Juan Carvo Iparraguirre, atacó, en compañía de sus dos hijos, al periodista Ginés Barrios Alderete y a su esposa, Clorinda Romero Quispe, durante una conferencia de prensa que el periodista convocó para informar sobre una agresión que protagonizó el funcionario […]
(IPYS/IFEX) – El 11 de marzo de 2004, el director regional de educación de Junín, Juan Carvo Iparraguirre, atacó, en compañía de sus dos hijos, al periodista Ginés Barrios Alderete y a su esposa, Clorinda Romero Quispe, durante una conferencia de prensa que el periodista convocó para informar sobre una agresión que protagonizó el funcionario contra un estudiante años atrás.
Carvo ingresó a las 3:30 p.m. (hora local) del 11 de marzo al local de la Asociación de Cesantes de Educación, donde se iniciaba la conferencia convocada por Barrios quien, acompañado por su esposa, mostró el video de una agresión que había protagonizado el referido funcionario en 1997 contra un estudiante del Instituto San Ignacio de Loyola, del que Carvo era entonces director.
Carvo dijo haber actuado contra el periodista «por dignidad» y pidió disculpas. Sin embargo, dirigentes y pobladores de Huancayo demandaron su inmediata destitución al cargo de director regional de educación de Junín. Asimismo, aceptó haber agredido al estudiante Oswaldo Núñez siete años atrás, pero sostuvo que éste no murió, como efectivamente se comprobó el 16 de marzo cuando el joven apareció en conferencia de prensa.
El periodista y su esposa resultaron con heridas en el rostro y en la cabeza como consecuencia de la agresión. El 15 de marzo, Barrios presentó una denuncia por lesiones a su persona en contra de Carvo en la Cuarta Fiscalía Provincial de Huancayo. Cabe señalar que en la denuncia no ha incluido las lesiones que sufrió su cónyuge.
Esta historia tiene un antecedente en 1997, cuando el periodista denunció haber sido secuestrado y torturado, y sindicó como autor intelectual del hecho a Carvo, quien es el esposo de su tía. Carvo desmintió las acusaciones. Finalmente, el fiscal provincial de Junín archivó el caso por falta de pruebas (ver las alertas de IFEX del 10 de julio y 10 de abril de 1997).