(IPYS/IFEX) – El 10 de mayo de 2004, fueron agredidos y amenazados de muerte el reportero gráfico Jorge Santos, el reportero Felix Carmona y el chofer Andrés Pérez Cova, integrantes de un equipo reporteril del diario «El Universal», por efectivos de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), en el sector Oripoto, del municipio El Hatillo, […]
(IPYS/IFEX) – El 10 de mayo de 2004, fueron agredidos y amenazados de muerte el reportero gráfico Jorge Santos, el reportero Felix Carmona y el chofer Andrés Pérez Cova, integrantes de un equipo reporteril del diario «El Universal», por efectivos de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), en el sector Oripoto, del municipio El Hatillo, al sudeste de Caracas.
Santos relató al IPYS que ese día salieron para dar cobertura a un allanamiento que se efectuó en la casa de la señora Blanca Rodríguez, ex esposa del ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez. En el lugar estaba presente una comisión de funcionarios de la DIM que efectuaron el allanamiento.
El procedimiento se produjo sin contratiempos. El equipo reporteril pudo desarrollar su trabajo sin inconvenientes y los funcionarios militares se retiraron del lugar. Pasados 10 minutos, los reporteros recibieron una nueva pauta del diario para dirigirse a la residencia de un diputado del partido opositor Acción Democrática, Rafael Marín, para dar cobertura a un nuevo allanamiento.
En el camino a la casa del diputado Marín se encontraron con los funcionarios de la DIM que habían efectuado el allanamiento anterior y se detuvieron para verificar si era en ese lugar donde se produciría el nuevo allanamiento.
Al bajarse del vehículo, fueron recibidos por los funcionarios de la DIM, quienes los amenazaron apuntándolos con pistolas y les dijeron que dispararían si tomaban alguna foto o si escribían algo sobre lo que estaba sucediendo.
«Fueron enfáticos en las amenazas de muerte y nos decían que no sólo nos matarían a nosotros sino a todos nuestros familiares», relató Santos al IPYS.
Además los integrantes del equipo reporteril recibieron golpes en diversas partes del cuerpo, muchos de los cuales les fueron suministrados con la palma de la mano abierta, lo que evitó que pudieran dejar marcas.
Santos fue despojado de su cámara fotográfica y a los tres les quitaron sus credenciales del diario «El Universal». Los efectivos de la DIM también rompieron el cable del equipo de comunicaciones que tenía el vehículo para hacer contacto con el periódico. Algunos de los funcionarios de la DIM que participaron en la agresión tenían los rostros cubiertos con pasamontañas.
Los reporteros fueron obligados a subir a su vehículo y ocultar sus cabezas entre sus rodillas, sin moverse. Los efectivos militares reiteraron las amenazas de muerte contra ellos y sus familiares si publicaban algo.
Los reporteros acudieron el 11 de mayo a la Fiscalía para formular una denuncia, dar sus declaraciones y ser sometidos a un examen médico. Actualmente están a la espera de los resultados de los exámenes para poder procesar ante un tribunal medidas para brindarles protección.
Los allanamientos se efectuaron para conseguir pistas sobre un grupo de presuntos paramilitares colombianos que fueron detenidos el 9 de mayo en un sector del municipio El Hatillo y que, supuestamente, tenían previsto atacar instalaciones militares en Caracas.