(IPYS/IFEX) – El 7 de agosto de 2004, a las diez de la mañana (hora local), un hombre vestido de negro y con guantes ingresó violentamente a la casa de la periodista Mónica Paredes Reátegui, corresponsal de la televisora Frecuencia Latina. La tumbó sobre la cama y le amarró las manos y los pies con […]
(IPYS/IFEX) – El 7 de agosto de 2004, a las diez de la mañana (hora local), un hombre vestido de negro y con guantes ingresó violentamente a la casa de la periodista Mónica Paredes Reátegui, corresponsal de la televisora Frecuencia Latina. La tumbó sobre la cama y le amarró las manos y los pies con un cable mientras la amenazaba de muerte. El hecho, ocurrido en Iquitos, capital de la región Loreto, al noreste del país, es el más grave acto intimidatorio contra Paredes tras más de dos meses de recibir llamadas y mensajes insultantes.
Poco después de la agresión, Paredes fue hallada por Luis Ramos, vecino y también periodista, quien acudió a la casa luego de escuchar ruidos extraños. Tras ser liberada, Paredes efectuó una denuncia en una comisaría cercana. La División de Investigación Criminal de la Policía Nacional del Perú (DIVINCRI) sugirió a Paredes ponerse a buen recaudo mientras se realizan las investigaciones utilizando un identikit del individuo agresor.
Desde la clandestinidad, la periodista contó al IPYS que desconoce los motivos por los que la amenazan y que aún después de hacerse pública la noticia del ataque sufrido en su hogar, ha seguido recibiendo mensajes intimidatorios. Entre otras cosas le recuerdan la manera en que murió su padre, candidato a la alcaldía de un pueblo próximo, asesinado en 1995. El caso, investigado por la propia Paredes, no ha sido resuelto hasta hoy. Ella no descarta la posibilidad de que sean los victimarios de su progenitor los que hoy intentan amedrentarla.
Una segunda explicación sería una investigación de Paredes sobre un congresista de la República, Carlos Almerí Vera, de acuerdo a deducciones hechas a partir de algunas de las amenazas que atribuyen su autoría al tema del parlamentario.
Ante el hecho, un equipo de periodistas de la sede en Lima de Frecuencia Latina se ha trasladado a Iquitos para realizar una exhaustiva investigación.