(RSF/IFEX) – Contactada por teléfono por RSF el 27 de agosto de 2004, Blanca Reyes, esposa del periodista y poeta Raúl Rivero, manifestó estar preocupada por el «cambio de actitud» de las autoridades carcelarias con su marido. «Intentan humillarle para quebrarle», ha explicado. «No lo entiendo. Raúl es un hombre de paz. Incluso dentro de […]
(RSF/IFEX) – Contactada por teléfono por RSF el 27 de agosto de 2004, Blanca Reyes, esposa del periodista y poeta Raúl Rivero, manifestó estar preocupada por el «cambio de actitud» de las autoridades carcelarias con su marido. «Intentan humillarle para quebrarle», ha explicado.
«No lo entiendo. Raúl es un hombre de paz. Incluso dentro de la cárcel interviene a veces con otros presos políticos para calmar tensiones. No quiero creer que el gobierno esté detrás de todo esto», ha dicho Reyes. Rivero fue detenido el 20 de marzo de 2003 y condenado a 20 años de cárcel por sus escritos. Se encuentra internado en la cárcel de Canaleta, cerca de Ciego de Avila (a 430 kilómetros de La Habana).
«En Cuba los periodistas viven una doble injusticia: la de estar encarcelados por haber hecho su trabajo y la de estar detenidos en condiciones deplorables, sometidos a un acoso constante. A través de vejaciones y humillaciones, las autoridades quieren destruir a todos aquellos cuya única culpa es pensar diferente», ha manifestado RSF, que reclama la libertad inmediata de los periodistas detenidos en la isla.
Con 26 periodistas encarcelados, Cuba es la segunda mayor cárcel del mundo para la profesión, detrás de China, con 27 periodistas encarcelados. Veinticinco de ellos fueron detenidos al mismo tiempo que medio centenar de disidentes en marzo de 2003, durante la «primavera negra» cubana. Fueron condenados a penas que van de 14 a 27 años de cárcel. El presidente Fidel Castro forma parte de la lista de los 38 predadores de la libertad de prensa, elaborada por RSF.
Raúl Rivero privado de visitas y medicinas
El 26 de agosto de 2004, Rivero contó por teléfono a su mujer que recientemente tuvo una violenta discusión con uno de sus guardianes, un tal «Alexei», respecto a sus condiciones de detención. Entonces, las autoridades de la cárcel anunciaron al periodista que iría al calabozo por cinco días, aunque después le cambiaron la sanción por la supresión de su próxima visita conyugal, prevista para el 11 de septiembre.
Reyes explicó que en la última visita, el 19 de agosto, por primera vez se vio obligada a esperar cuatro horas antes de poder ver a su marido. Por primera vez también, el doctor Asdrúbal, jefe de servicios médicos de la cárcel, le advirtió que no se le entregarían a su marido las medicinas que le había llevado. Rivero tiene problemas de circulación sanguínea y un enfisema pulmonar. Desde hace varios meses, las autoridades carcelarias se niegan también a entregarle un par de gafas de sol que necesita porque la fuerte luminosidad de la celda le ha provocado un empeoramiento de la vista.
Para Reyes, el cambio de actitud de las autoridades carcelarias se remonta al mayo. El 1 de julio denunció el acoso a que estaba sometiendo a Rivero el tal «Alexei». «A los presos comunes que conviven con nosotros los están instigando a ignorarnos, bajo amenaza de castigarlos si no lo hacen», le dijo su marido. Una semana más tarde, Rivero dijo a Reyes que el acoso había cesado. Pero precisaba que seguía sin poder cartearse con su esposa.
Un acoso constante
Las últimas informaciones recogidas por RSF muestran que la mayoría de los 26 periodistas encarcelados también padecen acoso, y que su estado de salud es preocupante, e incluso grave.
El 24 de agosto, Nancy Alfaya anunció que su marido, Jorge Olivera Castillo, ha sido trasladado del hospital de Guantánamo a la enfermería de la cárcel de Aguica (provincia de Matanzas), que no dispone de médico, ni de medicinas. Está previsto que el periodista ingrese en el hospital de Colón que, según Alfaya, tiene muy mala reputación. Su esposo tiene graves problemas gástricos y de la vista.
El 19 de agosto, la hermana de Fabio Prieto Llorente anunció que el periodista encarcelado se encontraba en huelga de hambre desde hace ocho días, como protesta por su traslado con presos comunes, quienes frecuentemente son manipulados por las autoridades carcelarias que les exigen acosar a los presos políticos a cambio de favores.
El 13 de agosto, en la visita trimestral, a los familiares de Omar Moisés Ruiz Hernández no les dejaron entregarle ni medicinas, ni cartas, ni revistas. Cuentan que el periodista no recibe el tratamiento que necesita para su hipertensión arterial. El mismo día, se supo que Normando Hernández González no pudo recibir la visita de su mujer. Las autoridades de la cárcel decidieron, sin dar explicaciones, que las visitas estaban suspendidas hasta nueva orden.
El 11 de agosto, Juan Carlos Herrera Acosta puso fin a la huelga de hambre que inició el 26 de julio para protestar por sus condiciones de detención. El mismo día, le trasladaron de la cárcel «Kilo 7» a «Kilo 8», en Camagüey. Según su madre, los guardianes le pegan desde que llegó al nuevo centro de detención.
A principios de agosto, la mujer de Alfredo Felipe Fuentes contó que ha perdido 10 kilos, y que ella estaba muy preocupada por la mala alimentación, el aislamiento y el estado de la celda. El periodista solo está autorizado a salir una hora al día. Padece hipertensión arterial y sacrolumbalgia (dolores en la espalda).
Encuentre toda la información sobre los periodistas encarcelados en Cuba en el sitio de RSF (http://www.rsf.org).