(IPYS/IFEX) – El periodista Julio Molero, director y propietario del semanario «El Tiempo» de Andahuaylas, denunció el 26 de enero de 2005 que magistrados de la Sala Mixta de esa ciudad, ubicada en la región Apurímac, al sureste del país, ordenaron su detención inmediata, lo que lo obligó a pasar a la clandestinidad. El caso […]
(IPYS/IFEX) – El periodista Julio Molero, director y propietario del semanario «El Tiempo» de Andahuaylas, denunció el 26 de enero de 2005 que magistrados de la Sala Mixta de esa ciudad, ubicada en la región Apurímac, al sureste del país, ordenaron su detención inmediata, lo que lo obligó a pasar a la clandestinidad.
El caso se inició en julio de 2004, cuando la fiscalía allanó el diario de Molero debido a una denuncia de supuesta difusión de pornografía infantil. El juez de turno, tras revisar el material incautado por la fiscalía, abrió el proceso bajo medida de comparecencia (libertad) al considerar inexistente cualquier «elemento probatorio vinculante al delito».
En diciembre, la Sala Superior de Andahuaylas ordenó su detención, alegando que la situación procesal de Molero se agrava «por su condición de abogado y periodista», y por «perturbar la acción de la justicia a través de diferentes medios de comunicación».
Existen indicios para creer que la denuncia contra Moleros sería en represalia por denuncias periodísticas publicadas en su diario en contra de la policía y la administración de justicia local.
Molero ha presentado dos recursos judiciales para detener el proceso en su contra: una acción que busca constatar que no existe prueba de delito alguno, pues las fotografías incautadas no constituyen material pornográfico; y una acción de hábeas corpus que pide anular la orden de captura. Pese a que los plazos legales han vencido, no se han resuelto ninguno de los dos recursos.