(WPFC/IFEX) – Lo que sigue es una carta del WPFC a la Corte Suprema de Justicia de Honduras, con fecha del 24 de mayo de 2005: Washington, EE.UU. 24 de Mayo, 2004 Excmos. Sres.: Sonia Marlina Dubón Suyapa Thumann Carlos Armando Flores Carlos Gómez Moreno José Rolando Arriaga Sala de lo Constitucional Corte Suprema de […]
(WPFC/IFEX) – Lo que sigue es una carta del WPFC a la Corte Suprema de Justicia de Honduras, con fecha del 24 de mayo de 2005:
Washington, EE.UU. 24 de Mayo, 2004
Excmos. Sres.:
Sonia Marlina Dubón
Suyapa Thumann
Carlos Armando Flores
Carlos Gómez Moreno
José Rolando Arriaga
Sala de lo Constitucional
Corte Suprema de Justicia
Tegucigalpa, Honduras
C/C a Excma. Sra. Vilma Cecila Morales
Presidenta del Poder Judicial
Excelencias:
En nombre del Comité Mundial de Libertad de Prensa (www.wpfc.org), una organización que engloba a 45 grupos de libertad de prensa de todo el mundo, deseo expresar mis felicitaciones por su valiente decisión de derogar el delito de desacato tipificado en el Artículo 345 del Código Penal, dando así un decidido paso hacia la libertad de prensa en Honduras.
Su ejemplar y unánime decisión culmina un largo proceso iniciado en octubre de 2003, cuando el entonces Fiscal General de la República, Dr. Roy Medina, interpuso ante la Corte Suprema un recurso de inconstitucionalidad, alegando que la ley de desacato era contradictoria a los artículos 60 y 72 de la Constitución.
Su decisión del 19 de mayo está de acuerdo con dicho recurso y correctamente declara lo siguiente: «La tendencia de las democracias modernas, es la eliminación de las Leyes de Desacato, por considerarlas contrarias al derecho de igualdad ante la ley y una limitante al ejercicio del derecho de libertad de expresión, al establecer un fuero de excepción a favor de los funcionarios públicos».
Efectivamente, las leyes de desacato suponen una efectiva arma de intimidación y represión contra el libre flujo de ideas y expresiones. Estas normas son legados de pasados coloniales o autocráticos que encuentran su origen en el Imperio Romano, el cual las creó para proteger al emperador de las críticas del resto de la población.
Asimismo, estas disposiciones constituyen un desafío al sistema interamericano de justicia, el cual, a través de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de su Relator Especial para la Libertad de Expresión, ha declarado las leyes de desacato «contradictorias» al Artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos, de la cual Honduras es signatario. Desde que la comisión lo recomendara en 1994, sólo cinco países latinoamericanos las han eliminado: Argentina, Costa Rica, Paraguay, Perú y ahora, felizmente, Honduras.
Quiero también a través de esta carta extender mis felicitaciones al grupo Comité por la Libre Expresión (C-Libre), el cual se ha distinguido como un incansable luchador por la libertad de prensa y la eliminación de la ley hondureña de desacato.
Precisamente, la magistrada Sonia Marlina Dubón, responsable de la redacción de la resolución de la Corte, dijo a C-Libre que «hemos dado un gran paso a favor de la libertad de expresión, y la figura del delito de desacato es historia ya en Honduras. Hemos abandonado esa lista negra de países que se resisten a democratizar con fuerza y coherencia sus sistemas».
Excelencias, quiero aprovechar esta misiva para también instarlos a considerar esta eliminación del desacato como sólo un primer paso para equiparar la legislación hondureña a los más altos estándares democráticos. En Honduras las leyes que más se usan para reprimir la libertad de prensa son las de difamación penal. Mientras sigan existiendo estas leyes, la prensa de su país seguirá ejerciendo su deber de informar a la población bajo una espada de Damocles que amenaza con castigar con la cárcel a cualquier periodista por el mero hecho de ejercer su profesión.
Es por ello que también urgimos al Poder Legislativo a que presente a la mayor brevedad un proyecto de ley que despenalice las leyes de difamación y las restrinja únicamente al ámbito civil.
La eliminación de la ley de desacato y la futura despenalización de las leyes de difamación colocarían a Honduras a la cabeza de las naciones democráticas y respetuosas de una prensa libre e independiente.
Respetuosamente,
E. Markham Bench
Director Ejecutivo
Comité Mundial de Libertad de Prensa