(RSF/IFEX) – RSF protesta por la comparecencia, fijada para el 1 de agosto de 2006, del periodista Josh Wolf, acusado de desacato («civil contempt») por un tribunal federal de San Francisco (California, Oeste), por negarse a entregar las imágenes grabadas durante las violentas manifestaciones contra la cumbre del G8, en julio de 2005. «Esta situación […]
(RSF/IFEX) – RSF protesta por la comparecencia, fijada para el 1 de agosto de 2006, del periodista Josh Wolf, acusado de desacato («civil contempt») por un tribunal federal de San Francisco (California, Oeste), por negarse a entregar las imágenes grabadas durante las violentas manifestaciones contra la cumbre del G8, en julio de 2005.
«Esta situación pone en evidencia la urgencia de que el Congreso norteamericano reconozca a los periodistas el derecho a la protección del secreto de sus fuentes, fundamento del oficio de periodista admitido en un buen número de estados, aunque no a nivel federal. Dado que los periodistas no son auxiliares de la policía, el Congreso debe apoyar rápidamente la proposición de ley federal que les serviría de pantalla, garantizándoles un «privilegio absoluto», de forma que no podrían verse obligados a divulgar sus fuentes. La ley de libre circulación de la información (Free Flow of Information Act) ampliaría a los periodistas, a nivel federal, la misma protección que ya disfrutan en 49 estados, en virtud de leyes similares», ha declarado RSF.
En julio de 2005, cuando tuvo lugar la cumbre del G8, se llevaron a cabo manifestaciones en el Misión District de San Francisco. Wolf, quien se encontraba en el lugar de los hechos, grabó imágenes que muestran como algunos manifestantes provocaron intencionalmente el incendio de un vehículo policial. Esas imágenes se difundieron en su sitio de Internet y en Kron TV, un canal informativo independiente. Posteriormente circularon por el Internet , de donde las tomaron canales nacionales como ABC y CBS. El fiscal Jeffrey Finigan tuvo entonces conocimiento de ellas. Convencido de que el periodista poseía más imágenes del incendio del vehículo policial, le pidió que se las entregara. Negando poseer imágenes más precisas, Wolf recordó el principio según el cual no tiene por qué divulgar sus informaciones. Efectivamente, a nivel del estado, el periodista está protegido por la «ley escudo» («shield Law») de California sobre el secreto de las fuentes, según la cual cada comunicador social tiene el derecho a preservar la confidencialidad de su fuente informativa, sus notas y sus archivos personales y profesionales.
El 1 de agosto el periodista tiene que comparecer por desacato. Podrían sentenciarle a la cárcel ese mismo día, si el juez le condenara, y debería pagar una cantidad de entre 10 y 15.000 USD para cubrir los gastos de abogado y apelar la sentencia. Wolf ha declarado a RSF que está pesimista en cuanto al resultado de la audiencia, ya que desde la primera comparecencia el juez se ha mostrado particularmente hostil. También ha mencionado el apoyo que ha recibido del consejo municipal de San Francisco, que el 1 de agosto aprobará una resolución para proteger los derechos de los periodistas y emplazar al Estado federal a hacer respetar el principio del secreto de las fuentes, con el fin de reforzar la libertad de prensa, tal y como establece la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.