(APG/IFEX) – La APG condena las acciones intimidatorios contra personal de redacción y reportería del telenoticiero «Noti-7», que se transmite en el canal 7 de la televisión abierta a nivel nacional, en dos asaltos a sus unidades, operaciones que dan la impresión de ser ejecutadas por la delincuencia común, pero que son atribuidas al crimen […]
(APG/IFEX) – La APG condena las acciones intimidatorios contra personal de redacción y reportería del telenoticiero «Noti-7», que se transmite en el canal 7 de la televisión abierta a nivel nacional, en dos asaltos a sus unidades, operaciones que dan la impresión de ser ejecutadas por la delincuencia común, pero que son atribuidas al crimen organizado por los reportajes e investigaciones que han sido realizados sobre el narcotráfico.
El 4 de agosto de 2006, varios hombres armados que viajaban en dos motocicletas y un automóvil, no identificados plenamente, interceptaron la unidad de «Noti-7», en la colonia Bosques de San Nicolás, en la zona 4 de Mixco, una población ubicada al occidente de la capital guatemalteca.
El periodista Carlos Aquino y el camarógrafo Marvin Pérez fueron despojados del vehículo y el equipo de filmación. El automotor fue abandonado dos días después, según reportó la policía, pero sin el equipo y el material filmado en una investigación periodística sobre la violencia en esa región.
El 12 de junio, el chofer Mario Cruz fue secuestrado cuando viajaba solo en una unidad del telenoticiero, por cuatro hombres en un sector al suroccidente de la ciudad capital; lo amenazaron con armas de fuego durante una hora y media; después de intimidarlo e interrogarlo, lo abandonaron.
Por las características de los dos asaltos por gente armada, los personeros de «Noti-7» consideran que son acciones de bandas del crimen organizado por sus reportajes relacionados con la violencia que impera en el país y el narcotráfico.
A estas acciones que son consideradas intimidatorios contra el telenoticiero se sumó el asesinato del periodista Jairo Gamaliel Cholotío Corea, de 34 años, ocurrido el 4 de agosto, frente a la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, en un sector de la Zona 8, en el sur de la Ciudad de Guatemala, la capital de la República.
El crimen de Cholotío Corea, quien laboraba como fotógrafo del Centro de Estudios Folclóricos de la estatal Universidad de San Carlos de Guatemala, fue ejecutado por un delincuente para robarle su teléfono celular.