(CJFE/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de CJFE, con fecha del 20 de diciembre de 2006: Periodistas canadienses instan al Presidente Calderón acabar con la violencia contra los periodistas mexicanos TORONTO, CANADA – December 20, 2006 – Lo que sigue es una carta enviada el 8 de diciembre de 2006, por […]
(CJFE/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de CJFE, con fecha del 20 de diciembre de 2006:
Periodistas canadienses instan al Presidente Calderón acabar con la violencia contra los periodistas mexicanos
TORONTO, CANADA – December 20, 2006 – Lo que sigue es una carta enviada el 8 de diciembre de 2006, por CJFE al Presidente Felipe Calderón. Este mismo día un noveno periodista fue asesinado, Raúl Marcial Pérez, columnista editorial para el diario regional «El Gráfico». CJFE insta al gobierno mexicano tomar acciones contundentes para asegurar la seguridad de todos los periodistas en México.
el 8 de diciembre de 2006
Su Excelencia Felipe Calderón
Presidente de México
Estimado Presidente:
Como una organización que representa periodistas de Canadá – otro país hermano en las Américas – quienes se preocupan por la libertad de expresión alrededor del mundo, le escribimos para expresar nuestra gran preocupación por la ola actual de asesinatos, desapariciones forzadas, amenazas y ataques de otra índole contra los periodistas y los medios en México.
Entre los asesinatos recientes se encuentran Adolfo Sánchez Guzmán (28 de noviembre), Roberto Marcos García (21 de noviembre), ambos en el estado de Veracruz, José Manuel Nava Sánchez (16 de noviembre), Misael Tamayo Hernández (10 de noviembre), Brad Will (27 de octubre), Enrique Perea Quintanilla (9 de agosto), Ramiro Téllez Contreras (10 de marzo) y Jaime Arturo Olvera Bravo (9 de marzo).
Además, varios periodistas han desaparecido: el nombre del periodista michoacano José Antonio García Apac ahora se suma a los de Rafael Ortiz Martínez, Guevara Guevara Domínguez y Alfredo Jiménez Mota.
Varios periodistas han recibido amenazas de muerte:
– Saúl Contreras y Rafael Saavedra, del diario «El Mundo», de Córdoba;
– los integrantes de La Voladora Radio, radio comunitaria ubicada en Amecameca, Estado de México, quienes, el 30 de agosto, recibieron vía correo electrónico varias amenazas en contra de su vida e integridad física;
– Jaime Vargas Chablé, periodista del periódico «Por Esto», que fue el blanco de un ataque de bomba en Mérida que dejó su vehículo en cenizas el 22 de agosto).
Hay otros incidentes muy preocupantes:
– el ataque con granadas al diario «Por Esto!» el 23 de agosto en Cancún;
– el ataque armado el 22 de julio en contra de XEUBJ Radio Universidad, ubicada dentro de las instalaciones universitarias de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) en la Ciudad de Oaxaca, por parte de simpatizantes locales del PRI; el ataque fue precedido por llamadas anónimas, amenazando con matar a los periodistas si continuaban cubriendo el clamor de las organizaciones populares exigiendo la renuncia del gobernador;
– las agresiones y amenazas perpetradas por simpatizantes del PRI contra la radioemisora comunitaria Nandía, en Mazatlán de Villa de Flores, en el estado de Oaxaca;
– las agresiones y amenazas contra la radioemisora comunitaria Calenda, en San Antonino, Oaxaca.
Otros periodistas han sido encarcelados, como es el caso de Lydia Cacho, o han enfrentado acoso legal reiterado, como Angel Mario Ksheratto, o acoso policial, como Julio César Ortega Quiroz, por su periodismo investigativo.
Eso es sin mencionar que los asesinatos o desapariciones forzadas de periodistas menos recientes, siguen en la impunidad: Francisco Javier Ortiz Franco, Manuel Burgueño Orduño, Alfredo García Márquez, Benjamín Flores y Víctor Manuel Oropeza Contreras, para mencionar solamente algunos.
Creemos que la situación de la libertad de expresión en Oaxaca merece un enfoque integral y especial, dada la magnitud y naturaleza del conflicto socio-político allá y los peligros que enfrentan periodistas que están intentando cubrirlo. Las autoridades de Oaxaca no tienen la capacidad ni tampoco, al parecer, la voluntad de realizar una investigación imparcial y oportuna de las acciones que resultaron en la muerte del periodista norteamericano Brad Will y las lesiones sufridas por Jorge David Jaramillo Velásquez, Miguel Dimayuga, Germán Canseco, Jorge Brindis, Gilardo Mota, Mario Mosqueda Hernández y Alberto López Cruz. Además, los sectores populares de Oaxaca, y otros estados, están exigiendo mayor acceso a los medios, cobertura más balanceada de los problemas de la región y de sus propuestas para resolverlos, y el respeto para su derecho de información veraz sobre los asuntos que los afectan tan profundamente.
Sabemos que lo mencionado arriba es sólo, desafortunadamente, la punta del iceberg, que los ataques y amenazas – incluso amenazas de muerte – contra los periodistas y comunicadores sociales rurales ni siquiera se registran.
Le instamos, respetuosamente, estimado Señor Presidente, a acciones contundentes para asegurar que se respeten los derechos de los periodistas y comunicadores sociales a la libertad de expresión, y los derechos de la ciudadanía a acceder a los medios y a información. Concretamente, eso implica:
– transferir las investigaciones de los asesinatos, amenazas de muerte y desapariciones forzadas a las autoridades federales, y asegurar que cuenten con los recursos necesarios para adelantar las investigaciones de forma eficaz y oportuna; particularmente en el caso del asesinato de Brad Will;
– investigar y procesar a los miembros de la fuerza pública, funcionarios públicos y los políticos de cualquier nivel (municipal, estatal o federal) presuntamente involucrados en ataques a periodistas y a medios, o en el encubrimiento, por acción o por omisión, de los ataques perpetrados por otros grupos, por ejemplo los narcotraficantes, o en dejar dichos ataques en la impunidad;
– apoyar a las comunidades y los sectores populares en sus intentos de acceder a los medios y de establecer sus propios medios; por ejemplo, radioemisoras comunitarias;
– poner fin, de inmediato, al uso de la violencia para suprimir las manifestaciones en Oaxaca, o cualquier otra parte de México; el uso de dicha violencia representa no sólo una violación de los derechos humanos de los manifestantes, sino también pone en peligro las vidas y la integridad física de los periodistas cuya labor legítima incluye el cubrir las protestas;
– asegurar que funcionarios públicos de todos los niveles tomen todas las acciones necesarias para proteger a los periodistas de amenazas de muerte y agresión física.
Uno de los atributos de un verdadero líder político es su voluntad y capacidad de proteger la libertad de expresión, y en particular, la libertad de expresión de sus opositores, particularmente, en climas de polarización política. CJFE cree que no puede existir democracia verdadera cuando periodistas y comunicadores sociales son asesinados o amenazados con impunidad. Garantizar la libertad de expresión debe ser su más alta prioridad, para que México sea considerado miembro de la comunidad de naciones democráticas del mundo. Este es su desafío. El mundo está observándolo, Señor Presidente.
A la espera de su respuesta,
Respetuosamente,
Arnold Amber
Presidente
Anne Game
Directora Ejecutiva