(CERIGUA/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de CERIGUA: FUEGO CRUZADO El 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, se celebra este año en un escenario poco halagador. El 2006 fue calificado como uno de los peores para el ejercicio periodístico. Los ataques y agresiones en contra de los […]
(CERIGUA/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de CERIGUA:
FUEGO CRUZADO
El 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, se celebra este año en un escenario poco halagador. El 2006 fue calificado como uno de los peores para el ejercicio periodístico. Los ataques y agresiones en contra de los comunicadores sociales fueron masivos. Se cuentan por decenas los asesinatos de profesionales de la información, tanto en países en guerra, Irak por ejemplo, como en otros que no lo están, el caso de México.
Koichiro Matsuura, Director General de la UNESCO, decidió dedicar este día al tema de la seguridad de los periodistas, por la escalada de violencia observada; «el oficio de periodista nunca había sido tan peligroso», declaró.
En Guatemala, la situación de violencia generalizada repercute negativamente en el desarrollo de la labor periodística, que se ve acosada por los poderes paralelos vinculados al crimen organizado, por la corrupción y, a veces, también por el poder político.
Estos grupos violentos, armados con metrallas y dinero, restringen, a través de distintas prácticas, los derechos humanos, sin que contemos con mecanismos efectivos de protección. Pero a estos riesgos hay que sumar la cultura de la intolerancia, la falta de confianza en la ley, el irrespeto a las instituciones. Los y las periodistas se encuentran entre fuegos cruzados: inseguridad, violencia criminal, políticos corruptos y, en ocasiones, turbas enardecidas que la arremeten contra los profesionales de la información cuando dan cobertura a determinados hechos noticiosos.
La violación al derecho a la información y a la libertad de prensa atenta contra garantías no exclusivas de los periodistas, ya que su ejercicio permite la convivencia social y el ejercicio democrático. Las libertades se concretan en la práctica, por lo que somos todos quienes debemos ejercerlas y defenderlas.
Ya en anteriores ocasiones hemos alertado sobre los graves peligros que asechan a la libertad de prensa, cada vez más restringida por todos estos factores. De seguir así quedará reducida a una simple caricatura.
Hay un enemigo silencioso que avanza sigiloso, da golpes, se disfraza, se encubre, restringe y conculca derechos, que afecta el trabajo de los periodistas y la dignidad de su labor.
La defensa de los derechos derivados de la libertad de expresión nos corresponde a todos. En este día, además de honrar a los y las periodistas asesinados en ejercicio de su labor, también homenajeamos a aquellos que con valentía y ética desempeñan esta función social en distintos espacios y condiciones. Ratificamos nuestra identificación con la verdad, la solidaridad y el compromiso social, principios básicos de nuestra noble profesión.