(FLIP/IPYS/IFEX) – El 21 de septiembre de 2007, el periodista Geovanny Álvarez Castro, codirector y conductor del programa radial «La Verdad», de la emisora comunitaria 101.6 FM de Sabanalarga, departamentoAtlántico, en el norte del país, fue alertado por la policía de que se perpetraría un atentado en su contra. Según la información proporcionada a Álvarez […]
(FLIP/IPYS/IFEX) – El 21 de septiembre de 2007, el periodista Geovanny Álvarez Castro, codirector y conductor del programa radial «La Verdad», de la emisora comunitaria 101.6 FM de Sabanalarga, departamentoAtlántico, en el norte del país, fue alertado por la policía de que se perpetraría un atentado en su contra.
Según la información proporcionada a Álvarez Castro por el teniente José Sánchez Vergel, comandante de la SIJÍN – el servicio de inteligencia de la policía nacional – en Sabanalarga, el atentado sería perpetrado por Narciso Cabarcas, alias «El Negro».
Aunque Álvarez Castro manifiesta no haber recibido amenaza alguna, no descarta que el plan de atentar en su contra se relacione con una serie de denuncias de corrupción municipal que desde hace un mes ha venido haciendo.
Desde el momento mismo en que se conoció su situación de riesgo, Álvarez Castro fue respaldado del gobernador del Atlántico, Carlos Rodado Noriega, y del comandante de la policía en el departamento, general Jairo Delgado Mora, con la designación de un escolta permanente y la investigación del caso.
FLIP y IPYS intentaron comunicarse con el general Delgado Mora para confirmar esta información, sin éxito.
En el programa «La Verdad», los viernes se hacen los «Consejos Comunitarios», un espacio en el que, junto con la policía local, se visitan los barrios y corregimientos para escuchar en vivo las quejas y necesidades de la comunidad y transmitírselas a las autoridades correspondientes.
En 2004, la emisora fue incinerada luego de que se denunciara la compra ficticia, por parte de la Alcaldía de Sabanalarga, de unos computadores por un valor de 400 millones de pesos (aproximadamente USD 180,000). Estos duraron un tiempo mayor del estimado sin llegar al municipio, luego aparecieron obsoletos y en mal estado.
Por la quema de la emisora estuvo detenido un hombre conocido como «El Huella», quien fue dejado en libertad y unos días antes de declarar sobre el caso, fue asesinado.
FLIP y IPYS registran con preocupación este nuevo atropello contra la prensa en época electoral y a las autoridades locales y departamentales para que actúen con celeridad en la investigación que esclarezca los autores de este plan para atentar contra el periodista.