(FLIP/IFEX) – El 6 de marzo de 2008, en el marco de la «Marcha contra la violencia», varios equipos periodísticos que cubrían la jornada en diferentes puntos del país fueron agredidos por algunos manifestantes. Los agresores gritaron improperios contra los medios de comunicación e intentaron hacer daño a sus equipos. El primer hecho se registró […]
(FLIP/IFEX) – El 6 de marzo de 2008, en el marco de la «Marcha contra la violencia», varios equipos periodísticos que cubrían la jornada en diferentes puntos del país fueron agredidos por algunos manifestantes. Los agresores gritaron improperios contra los medios de comunicación e intentaron hacer daño a sus equipos.
El primer hecho se registró hacia las 12:30 p.m. (hora local) en Medellín, capital del departamento de Antioquia. El periodista Eduardo Bermúdez Pérez y el camarógrafo Juan Esteban Restrepo, corresponsales del Canal RCN en esa cuidad, se encontraban transmitiendo en directo para la emisión del mediodía del noticiero, cuando un grupo de manifestantes comenzó a agredirlos verbalmente mientras la nota salía al aire. «¡Mentirosos! ¡Periodistas arrodillados!» les gritaban a los comunicadores. También exhibieron ante las cámaras pancartas con mensajes que denigraban de ese canal de televisión. En diálogo con la FLIP, Bermúdez manifestó que «fue muy desagradable que mientras estábamos al aire se escucharan los insultos que nos hacían».
Al terminar la transmisión en directo, un desconocido se le acercó al periodista y lo increpó. Con bastante agresividad, el hombre gritó a Bermúdez y lo trató de mentiroso, acusándolo de que su canal no decía la verdad. El comunicador se defendió argumentando que él solo cumplía con su trabajo. Mientras tanto, Restrepo grabó toda la escena, como forma de protección.
Posteriormente, los comunicadores vieron que dentro de los manifestantes habían personas que les estaban tomando fotografías y los grababan en video. Debido a la situación presentada, el equipo periodístico decidió no continuar el cubrimiento de la marcha durante la tarde.
Hacia las 3:30 p.m. en Bucaramanga, capital del departamento de Santander, otro hecho se presentó en contra de periodistas que cubrían la marcha. En esta oportunidad, se trató de Óscar Gerardo Hernández y Antonio Campillo, periodista y camarógrafo – respectivamente – de la televisora Canal Caracol.
Los comunicadores se encontraban haciendo tomas de apoyo para la emisión nocturna del noticiero cuando desconocidos comenzaron a insultarlos. De un momento a otro, un sujeto encapuchado se acercó a los comunicadores, los agredió, lanzó varios golpes contra la cámara y con un aerosol pintó el lente de ésta. La cámara sufrió serias averías mientras que los comunicadores vieron comprometida su seguridad.
El 7 de marzo, en el «blog» de internet de la Corporación de Periodistas de Santander (CPS), los agresores dejaron un mensaje diciendo que su hostilidad no era en contra de los periodistas sino de los medios de comunicación, en los cuales «no creemos». Por otra parte, Hernández dijo a la FLIP que, al parecer, el hombre encapuchado es un estudiante de la Universidad Industrial de Santander. «Las directivas de la universidad ya nos están ayudando a identificarlo», puntualizó el periodista, quien además denunció los hechos ante las autoridades policiales de la ciudad.
La FLIP ve con preocupación que se presenten este tipo de reacciones contra los periodistas en el marco de una jornada contra la violencia. Contrario a los propósitos de esa iniciativa ciudadana, quienes agredieron a la prensa demostraron tener una actitud intolerante, contraria a la actitud pacífica que predominó en esta manifestación. Tanto en esta oportunidad como en la anterior, de la «Marcha contra las FARC», los colombianos demostraron que pueden expresarse libremente de manera colectiva. La FLIP exhorta a la ciudadanía para que con esa misma determinación respete la labor de la prensa y canalice su inconformidad a través de opciones civilizadas. De la misma forma, solicita a las autoridades que investiguen estos hechos y ofrezcan protección a los periodistas que cubren manifestaciones públicas.