(FLIP/IFEX) – El 2 de abril de 2008, varios periodistas fueron agredidos, amenazados e intimidados en medio de los disturbios que se presentaron en Sincelejo, Sucre, al norte del país. Un reportero estuvo a punto de ser linchado mientras a otros les apuntaron con armas de fuego. Los hechos tuvieron lugar cuando se cumplía una […]
(FLIP/IFEX) – El 2 de abril de 2008, varios periodistas fueron agredidos, amenazados e intimidados en medio de los disturbios que se presentaron en Sincelejo, Sucre, al norte del país. Un reportero estuvo a punto de ser linchado mientras a otros les apuntaron con armas de fuego.
Los hechos tuvieron lugar cuando se cumplía una jornada de protesta por parte de los moto-taxistas (personas que prestan servicio de transporte público en moto), a raíz de la entrada en vigencia de una norma que regula esa actividad.
En medio de la protesta, apareció un grupo de personas que comenzó a lanzar piedras contra la fuerza pública y algunos locales comerciales. En seguida se desataron fuertes disturbios en medio de los cuales resultó muerto un joven de 17 años – víctima de una bala perdida – y 20 personas más quedaron heridas.
Periodistas de medios nacionales y locales llegaron al lugar a cubrir el motín, pero los manifestantes también la emprendieron contra ellos para evitar que registraran las imágenes de lo que estaba sucediendo.
Humberto Porto Molina, camarógrafo del noticiero «Televista» del canal local Telecaribe llegó al lugar a cubrir los hechos. Los sujetos lo encañonaron con armas de fuego y amenazaron con asesinarlo si grababa lo que estaba sucediendo. También le quitaron el casete de la cámara con el material que tenía.
El reportero logró escabullirse y comenzó a correr; sin embargo, los agresores lo persiguieron mientras lo apedreaban, por lo que tuvo que refugiarse en una casa de familia. Los agresores esperaron cerca de dos horas en la puerta de la residencia a que Porto saliera. Vecinos del sector alertaron a la Policía, que llegó con una tanqueta hasta la casa en que estaba el periodista y lo sacaron del lugar.
En diálogo con la FLIP, Ramiro Erazo, periodista del noticiero «Televista» y compañero de Porto, comentó: «Humberto (Porto) está muy angustiado porque pensó que lo iban a matar, está en una crisis nerviosa». El periodista agregó que él se encontraba en otro lugar de la protesta, por lo tanto, no fue agredido como su compañero. La FLIP contactó al camarógrafo Porto, quien prefirió no dar declaraciones por encontrarse «muy mal anímicamente».
De otro lado, Johanna Cruz, jefe de corresponsales de Cable Noticias, dijo a la FLIP que en su noticiero hicieron una transmisión en directo con Porto cuando estaba refugiándose en la casa. «A ese muchacho lo iban a matar», manifestó.
Mientras tanto, en otro lugar de la protesta, Dayro Hernández, corresponsal de la televisora Canal Caracol, también fue encañonado con armas de fuego por varios sujetos, quienes lo golpearon con puños y patadas. Finalmente, le robaron su videocámara.
Cerca de Hernández estaba Oswaldo Rocha, corresponsal del diario «El Tiempo», a quien también amenazaron con un revólver: «Si no apaga la cámara, lo mato», le dijo un protestante que transitaba en una moto. Rocha le dijo a la FLIP que la situación fue muy angustiante: «a uno no le deja de dar mucho miedo», concluyó.
Por su parte, Elsa Peniche, jefe de redacción del diario «El Meridiano de Sucre», denunció ante la FLIP que en medio de las protestas había personas gritándole a los reporteros: «Si acá se meten los (periodistas) de ‘El Meridiano’, los matamos». Según Peniche, el día anterior el gremio de moto-taxistas había emitido un comunicado en el que aseguraron que no darían informaciones a ese diario.
Finalmente, el comandante de la Policía de Sucre, coronel Jorge Andrés Rodríguez, dijo al diario «El Tiempo» que en medio de los manifestantes había infiltrados: «se trata de vándalos de otros lugares», comentó. Por su parte, la Alcaldía de Sincelejo maneja la versión de que se trataba de «milicianos interesados en desestabilizar la relativa calma que se vive en la ciudad», pero no especificaron a qué grupo armado pertenecerían.
La FLIP manifiesta su preocupación por las agresiones y amenazas contra los periodistas de Sincelejo, y exhorta a las autoridades a que investiguen a los autores de estos graves hechos. Por otra parte, les solicita a las autoridades que les presten protección a los periodistas cuando cubren este tipo de protestas públicas. Lamentablemente, de manera creciente la FLIP registra el aumento de violaciones a la libertad de prensa en medio de manifestaciones públicas.