(CENCOS/IFEX) – Autoridades del estado de Puebla obstaculizan mediante varias actividades la difusión de la presentación del libro de Lydia Cacho «Memorias de una infamia», a celebrarse el 5 de abril 2008 en la capital de dicho estado. El libro narra la situación que vivió cuando fue detenida en Cancún, Quintana Roo (sureste de México) […]
(CENCOS/IFEX) – Autoridades del estado de Puebla obstaculizan mediante varias actividades la difusión de la presentación del libro de Lydia Cacho «Memorias de una infamia», a celebrarse el 5 de abril 2008 en la capital de dicho estado.
El libro narra la situación que vivió cuando fue detenida en Cancún, Quintana Roo (sureste de México) a petición de Mario Marín, gobernador de Puebla, y trasladada al estado de Puebla (centro del país), después de haber publicado su libro «Los Demonios del Edén», donde denunciaba una red de pederastia y comercio sexual infantil en el que implica a políticos y empresarios.
A partir de la denuncia en su libro, se dieron a conocer en 2006 varias grabaciones de audio donde Gobernador Marín y el empresario Kamel Nacif hablaban de la periodista. «Pues ya ayer le acabé de darle un pinche coscorrón a esta vieja cabrona», dice uno en una de las grabaciones.
Norma Bautista, gerente de comunicación del grupo editorial Random House Mondadori, confirmó al diario «El Universal» que el 14 de marzo se montó un espectacular que anuncia la publicación en el centro de Puebla. «La agencia de Puebla dijo que el espectacular fue retirado por una orden que decía que la estructura no cumplía con los requerimientos de seguridad y que las construcciones aledañas estaban en peligro», señaló Bautista. Los argumentos principales de las autoridades locales para pedir el desmantelamiento del espectacular se basaron en que «la estructura no contaba con medidas de seguridad».
La situación cobra mayor relevancia, ya que la estructura del espectacular no fue desmantelada, únicamente se removió el anuncio del libro de Cacho y fue colocado otro. Además, el estado en donde están sucediendo estas anomalías es gobernado por la persona quién pidió la detención de Cacho y a quién se le vinculó con la red de pederastia: Marín.
El artículo 13.3 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, establece que «no se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones». Dicho artículo de la Convención, prohíbe también la censura previa.
Por lo que impedir la difusión y promoción de un libro, puede considerarse una restricción indirecta a la libertad de expresión.
CENCOS exige una explicación a estos obstáculos a la difusión del libro de Cacho, por parte de las autoridades locales, así como al gobernador de la entidad, Marín, que tiene como parte de sus obligaciones salvaguardar el derecho de libertad de expresión en su entidad federativa.
Actualiza el caso Cacho: http://ifex.org/es/content/view/full/88144