(RSF/IFEX) – En la vista celebrada el 1 de junio de 2008 en Kabul, el abogado del joven periodista Sayed Perwiz Kambakhsh reveló que a su cliente lo maltrataron durante los interrogatorios, llevados a cabo por los servicios de seguridad de Mazar-i-Charif, para conseguir que confesara. El letrado Mohamad. Afzal Nuristani también denunció las irregularidades […]
(RSF/IFEX) – En la vista celebrada el 1 de junio de 2008 en Kabul, el abogado del joven periodista Sayed Perwiz Kambakhsh reveló que a su cliente lo maltrataron durante los interrogatorios, llevados a cabo por los servicios de seguridad de Mazar-i-Charif, para conseguir que confesara. El letrado Mohamad. Afzal Nuristani también denunció las irregularidades que mancillaron el juicio en primera instancia, y especialmente la ausencia de abogado. El juez ha aplazado el juicio en espera de los resultados que facilite un médico forense, y de que se efectúe una investigación interna sobre las acusaciones de malos tratos. Kambakhsh va a ser trasladado a un hospital, para que le examinen
«A la vista de los nuevos detalles facilitados por la defensa, Kambakhsh tiene que quedar en libertad lo antes posible. Confesiones conseguidas por la fuerza, un procedimiento no equitativo, incesantes presiones: todo indica que el juicio que finalizó con la condena a muerte de Sayed Perwiz Kambakhsh no respetó los principios más elementales del derecho afgano. Las autoridades judiciales deben tomar buena nota de todo ello», ha manifestado RSF.
La organización está enormemente preocupada por la salud del joven periodista, que se encuentra agotado después de permanecer detenido durante siete meses. Varios testigos han confirmado a RSF que el joven tiene problemas psíquicos y su hermano, el periodista Sayed Yaqub Ibrahimi, ha declarado: «Cuando habla no está concentrado. Ha perdido más de 10 kilos».
El 1 de junio, el juez del tribunal de apelación abrió la sesión leyendo, durante cerca de una hora, el controvertido artículo que el joven periodista imprimió y distribuyó. Después, el abogado de la defensa expuso los primeros elementos que prueban que la sentencia dictada en Mazar-i-Charif debe ser revisada. Para empezar, su cliente padeció violencia en los interrogatorios, llevados a cabo por los servicios de inteligencia. Al joven periodista le hirieron en la mano y la nariz. Nuristani pidió que se efectuara una investigación y que un médico forense examinara al acusado. El juez ha ordenado que se traslade a Kambakhsh a un hospital de Kabul.