(FLIP/IFEX) – Dos periodistas fueron amenazados recientemente en el municipio de Socorro, Santander, al nororiente del país. Se trata de la comunicadora Jazmín Romero, del diario «Vanguardia Liberal», y Mario Ruiz, del canal local de televisión Pase TV. Las amenazas contra Romero se presentaron el 13 de noviembre de 2008 cuando recibió en su celular […]
(FLIP/IFEX) – Dos periodistas fueron amenazados recientemente en el municipio de Socorro, Santander, al nororiente del país. Se trata de la comunicadora Jazmín Romero, del diario «Vanguardia Liberal», y Mario Ruiz, del canal local de televisión Pase TV.
Las amenazas contra Romero se presentaron el 13 de noviembre de 2008 cuando recibió en su celular la llamada de un desconocido que le dijo: «Llevamos un año diciéndole (. . .) Le damos ocho días para que se vaya (de Socorro), tenemos ubicada a su familia. ¿Quiere mucho a su hija? La tenemos ubicada en su colegio».
Al día siguiente la situación se repitió. La periodista recibió la misma llamada, esta vez de otro sujeto. En la comunicación le reiteraban las amenazas de muerte y le señalaban que le quedaban siete días para salir de la ciudad.
No es la primera vez que Romero es amenazada. En octubre de 2007, en pleno periodo electoral, recibió varias intimidaciones que la obligaron a salir del municipio por un tiempo. Al parecer, estos nuevos hechos no se relacionan con ese episodio. En esta oportunidad, las amenazas podrían haberse ocasionado por algunas indagaciones que hizo la periodista para obtener las versiones libres de un paramilitar desmovilizado que habría implicado a personas de la región en hechos delictivos. Las directivas de «Vanguardia Liberal» se mostraron muy preocupadas por la situación de la periodista, quien debió salir del municipio de Socorro.
Por otro lado, el periodista Mario Ruiz también recibió amenazas de muerte luego de dirigir un foro que promovía la veeduría de los medios de comunicación locales frente la licitación que la Alcaldía de Socorro abrió para realizar la liquidación de la empresa de acueducto del municipio.
La primera intimidación que recibió el reportero fue vía telefónica el 4 de octubre. Le dijeron, «Mario, H.P., déjenos trabajar», y le advirtieron que su vida corría peligro. Posteriormente, sobre las paredes del exterior de su residencia aparecieron mensajes intimidatorios en similares términos a los de la llamada.
La FLIP manifiesta su preocupación por estos nuevos hechos que atentan contra la libertad de prensa y la integridad de los periodistas. La FLIP exhorta a la Fiscalía General de la Nación a que investigue con celeridad el origen de estas amenazas. Adicionalmente, le solicita a la Policía medidas de seguridad para los periodistas.