El ataque se produjo cuando Kharchenko acudió a una cita en un barrio de Krasnodar la noche del 1 de junio con la promesa de un encuentro con un policía que iba a ofrecerle presuntamente información comprometida sobre prácticas ilegales por parte de otros agentes de las fuerzas del orden.
Este artículo fue publicado originalmente en rsf.org el 6 de junio de 2019.
Reporteros sin Fronteras (RSF) solicita una investigación exhaustiva e imparcial sobre el violento ataque contra Vadim Kharchenko, un conocido bloguero de la ciudad de Krasnodar, en el suroeste de Rusia. RSF expresa su preocupación sobre el creciente clima de impunidad en la región.
El ataque se produjo cuando Kharchenko acudió a una cita en un barrio de Krasnodar la noche del 1 de junio con la promesa de un encuentro con un policía que iba a ofrecerle presuntamente información comprometida sobre prácticas ilegales por parte de otros agentes de las fuerzas del orden.
Poco después de llegar, el bloguero fue atacado por dos personas que lo apuñalaron dos veces y le asestaron varios golpes con una pistola.
Kharchenko logró llegar a un hospital donde recibió tratamiento por sus lesiones y finalmente informó a través de su blog sobre el ataque del que había sido objeto. Tres de los dedos de su mano derecha todavía están paralizados como resultado de la agresión.
«Este ataque contra Vadim Kharchenko es aún más preocupante porque los actos de intimidación contra periodistas se han convertido en algo habitual en la región de Krasnodar«, denuncia Johann Bihr, jefe de la oficina de RSF en Europa del Este y Asia Central. “Es hora de poner fin a la impunidad que prevalece y que está alimentando un clima peligroso. Se debe hacer todo lo posible para identificar a los autores de esta agresión y a cualquiera que esté detrás de ella”.
Kharchenko, conocido por su voz crítica hacia las autoridades, utiliza su canal de YouTube » Lichnoe Mnenie » (Opinión personal) para denunciar escándalos políticos y judiciales locales, actividades policiales y otros problemas regionales. El bloguero fue víctima de una agresión previa en 2017 y su automóvil fue incendiado en 2018.
A pesar de las numerosas resoluciones de la ONU pidiendo a los países que realicen «investigaciones imparciales, rápidas, exhaustivas, e independientes» sobre los actos de violencia contra periodistas, la impunidad sigue siendo un problema recurrente en Rusia, que ocupa el puesto 149 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de la Prensa 2019 de Reporteros sin Fronteras.