Los intentos de desestabilizar y desacreditar a "The Intercept Brasil" y sus colaboradores, independientemente de su origen, constituyen una grave amenaza para la libertad de información, ya que no sólo buscan desviar la atención de la población respecto al contenido de estas publicaciones, sino que también nutren un ambiente cada vez más hostil al trabajo de la prensa, sobre todo al periodismo de investigación.
Las 26 organizaciones defensoras de la libertad de prensa y de los derechos humanos condenan con firmeza la ola de agresiones y amenazas que ha sufrido la redacción de The Intercept Brasil, diario en línea que publica trabajos periodísticos de investigación. Pedimos a las autoridades que velen por que se respete estrictamente el secreto de las fuentes informativas, que está garantizado por la Constitución brasileña.
Las agresiones y amenazas comenzaron el 9 de junio de 2019, cuando The Intercept Brasil publicó el primero de una serie de reportajes en los que daba a conocer graves irregularidades en el Lava Jato –investigación judicial que reveló un caso de corrupción en el que estaban implicados empresarios y políticos, uno de los mayores escándalos en la historia de Brasil–. Para publicar esta información –basada en documentos obtenidos de una fuente anónima– The Intercept Brasil estableció una colaboración con diversos medios de comunicación brasileños, entre ellos el diario Folha de São Paulo y la revista Veja.
Desde que se publicó esta información los miembros de The Intercept Brasil, en particular Glenn Greenwald, fundador del medio, han sido blanco de numerosos insultos, amenazas de muerte y calumnias, que se basan en información falsa difundida en las redes sociales a fin de desacreditar el trabajo de The Intercept. El caso de The Intercept Brasil es simbólico y representativo de las dificultades a las que se enfrentan todos los periodistas que investigan temas delicados en Brasil, donde se han vuelto frecuentes las campañas de intimidación y persecución de la prensa.
Quienes firmamos este llamamiento consideramos que los intentos de desestabilizar y desacreditar a The Intercept Brasil y sus colaboradores, independientemente de su origen, constituyen una grave amenaza para la libertad de información, ya que no sólo buscan desviar la atención de la población respecto al contenido de estas publicaciones, sino que también nutren un ambiente cada vez más hostil al trabajo de la prensa, sobre todo al periodismo de investigación.
Recordamos al Estado brasileño que tiene la responsabilidad de garantizar la protección de los periodistas y de investigar las graves amenazas recibidas por los periodistas de The Intercept Brasil y sus colaboradores.
La libertad de prensa y de información son los pilares de la democracia y trascienden las divergencias políticas, por lo que deben ser protegidas y garantizadas a toda costa.