Sundar Pichai, CEO de Google, dice que no cree que la privacidad deba ser un producto de lujo, y todavía muchos de los que compran celulares Android de bajo costo están pagando con su privacidad y seguridad. Organizaciones de la sociedad civil alrededor del mundo están sonando la alarma.
Esta declaración fue originalmente publicada por Privacy International el 8 de Enero de 2020.
Estimado Sr. Pichai,
Nosotros, los firmantes, estamos de acuerdo con usted: la privacidad no puede ser un lujo reservado para las personas que tienen la capacidad de pagar por ella.
Sin embargo, los socios de Android Partner –que utilizan la marca y la imagen de Android– están fabricando dispositivos que traen aplicaciones preinstaladas que no pueden ser borradas (a menudo conocidas como “bloatware”), lo que puede exponer a los usuarios a que sus datos sean recopilados, compartidos y expuestos sin su conocimiento o su consentimiento.
Estos teléfonos llevan la marca “Google Play Protect”, pero estudios indican que el 91% de las aplicaciones preinstaladas no aparecen en Google Play Store.
Las aplicaciones preinstaladas pueden contar con permisos personalizados privilegiados que les permiten operar fuera del modelo de seguridad de Android. Esto significa que la aplicación puede definir los permisos –incluido el acceso al micrófono, a la cámara y a la ubicación– sin activar los mensajes de seguridad normales de Android. Por consiguiente, los usuarios no se enteran de estas graves intromisiones.
Nos preocupa que esto lleva a que los usuarios queden expuestos a las prácticas comerciales explotadoras de fabricantes de teléfonos inteligentes baratos en todo el mundo.
Creemos que los cambios que se necesitan con mayor urgencia son:
- Las personas deberían poder desinstalar permanentemente las aplicaciones de sus teléfonos. Esto debería incluir todos los servicios en segundo plano que continúan ejecutándose aunque las aplicaciones hayan sido desactivadas.
- Las aplicaciones preinstaladas deberían tener el mismo nivel de control que las aplicaciones de Play Store, especialmente en cuanto a los permisos personalizados.
- Las aplicaciones preinstaladas deberían tener algún mecanismo que permita actualizarlas, preferiblemente a través de Play Store y sin necesidad de tener una cuenta de usuario.
- Google debería negarse a certificar un dispositivo por razones de privacidad si los fabricantes o los comerciantes han intentado explotar a los usuarios de este modo.
Nosotros, los firmantes, creemos que estos cambios justos y razonables marcarían una gran diferencia para millones de personas en todo el mundo que no tendrían que sacrificar su privacidad y seguridad a cambio de acceder a un teléfono inteligente.
Le instamos a que utilice su posición como un actor influyente del ecosistema para proteger a las personas e impedir que los fabricantes las exploten en la carrera al fondo desatada por los precios de los teléfonos inteligentes.
Atentamente