Las autoridades brasileñas perdieron un tiempo sumamente valioso tras la desaparición de Bruno Pereira y Dom Phillips. Más de 30 horas después, el mando del Ejército en la Amazonia, que cuenta con importantes recursos en el área, manifestó que seguía esperando la orden para participar en las actividades de búsqueda.
Este artículo fue publicado originalmente en hrw.org el 10 de junio de 2022.
Dom Phillips y Bruno Pereira desaparecieron el 5 de junio
Conozco al periodista inglés Dom Phillips desde hace años. Recuerdo que me comentó, en el transcurso de una cena, que escribía sobre música cuando vivía en el Reino Unido, hasta que durante un viaje a Brasil en 2007 se enamoró del país y decidió mudarse aquí.
Dom y el especialista en asuntos indígenas Bruno Pereira desaparecieron el 5 de junio durante un viaje en la Amazonia.
En 2016, Dom publicó un excelente artículo en el Washington Post sobre un informe sobre violencia policial que yo había escrito para Human Rights Watch. El informe se basaba principalmente en entrevistas con policías. Yendo más allá de los titulares, Dom abordó lo que él describió hábilmente como “las tentaciones, presiones y fallas institucionales detrás de la cultura de violencia y miedo del departamento de policía de Río”. Aprecié mucho el artículo porque sus matices lograron transmitir el gran esfuerzo que implicó mi investigación.
Esa empatía es también evidente en los numerosos artículos que Dom escribió sobre los pueblos indígenas y la destrucción ambiental en la Amazonia, un tema al que se ha dedicado cada vez más.
Bruno Pereira fue director de la oficina federal a cargo de proteger a los pueblos indígenas que viven aislados voluntariamente en la selva brasileña. El gobierno del presidente Jair Bolsonaro lo removió de ese cargo, como hizo con otros funcionarios públicos que estaban comprometidos con la defensa de la Amazonia y su gente.
A raíz de ello, Bruno comenzó a colaborar con una organización indígena en el Valle del Yavarí, una zona peligrosa en donde grupos delictivos que se dedican a la tala y la minería ilegales y al narcotráfico atacan a quien que se interponga en su camino. La situación se ha agravado durante el gobierno de Bolsonaro, quien ha debilitado la aplicación de las leyes ambientales y la protección de los territorios indígenas.
Durante años, Bruno había recibido amenazas relacionadas con su trabajo.
Las autoridades brasileñas perdieron un tiempo sumamente valioso tras la desaparición de Bruno y Dom. Más de 30 horas después, el mando del Ejército en la Amazonia, que cuenta con importantes recursos en el área, manifestó que seguía esperando la orden para participar en las actividades de búsqueda. El gobierno tardó más de 48 horas en autorizar vuelos para localizar a Bruno y Dom.
Hasta el momento, no se han encontrado rastros de ellos. Es necesario intensificar las tareas de búsqueda.
El presidente Bolsonaro, quien frecuentemente manifesta desprecio por la prensa y los derechos indígenas, dijo que Bruno y Dom habían emprendido “una aventura nada recomendable”.
Esa aventura consistía en preocuparse por los pueblos indígenas y por la Amazonia en el contexto de un gobierno que ha demostrado que no le importa ninguno de los dos.