Los regímenes autoritarios han tenido durante mucho tiempo una relación complicada con los medios y las tecnologías de comunicación. Unfreedom Monitor es una iniciativa de investigación de Global Voices Advox que examina el creciente fenómeno del autoritarismo en red o medios digitales.
Este artículo fue publicado originalmente en es.globalvoices.org el 16 de mayo de 2023./p>
Los regímenes autoritarios han tenido durante mucho tiempo una relación complicada con los medios y las tecnologías de comunicación. Unfreedom Monitor es una iniciativa de investigación de Global Voices Advox que examina el creciente fenómeno del autoritarismo en red o medios digitales. Este extracto del informe sobre Ecuador hace parte de la serie de informes que surgieron de la investigación dentro del marco del Unfreedom Monitor. Lea el informe completo sobre Ecuador aquí. Este informe ha sido traducido al inglés. Puedes ver la traducción aquí.
Las tres categorías de análisis de este reporte revelan acciones que pueden afectar la vida democrática en Ecuador, visto desde las aproximaciones conceptuales del autoritarismo digital. Hay que indicar que, si bien hubo prácticas de hostigamiento y persecución durante el decenio correísta (2007-2017), reducir las evidencias a una ideología política concreta puede dificultar la comprensión y el análisis de la realidad ecuatoriana. Dicho de otro modo, observar a Ecuador bajo un binarismo político entre autoritarismo y la democracia posiblemente impedirá que, en tiempos poscorreístas, no se observe que aún hay formas regresivas contra el sistema democrático.
- Es el caso de la libertad de prensa y expresión. Bajo el gobierno de Rafael Correa, el punitivismo contra la prensa privada, en particular, fueron sistemáticos e incluso dejaron casos emblemáticos que se trataron en instancias internacionales (como por ejemplo, el caso de El Universo). Sin embargo, los reportes de organizaciones como Fundamedios o la Fundación Periodistas Sin Cadenas siguen mostrando que —sin Correa en el poder— el principal agresor en el ejercicio periodístico es el Estado. Entonces, hay la urgencia de plantearse interrogantes para no dejar un debate cerrado en el fin del período correísta.
Un reflejo del binarismo político se evidencia en la Ley Orgánica de Comunicación, que ha sufrido profundas modificaciones. La norma, ciertamente, se instrumentalizó contra los periodistas y los medios de comunicación. Pero, el posterior desmantelamiento de la Ley en cuestión conduce a una dicotomía problemática: decidir entre tener más estado o más autorregulación de los medios, siendo esta última la que finalmente ha ganado terreno en el primer año de gobierno de Guillermo Lasso. Los otros temas como las medidas afirmativas para los medios comunitarios, el rol de los medios públicos, la distribución de frecuencias del espectro radioeléctrico, la difusión de contenidos interculturales, entre otros temas necesarios para abordar la integralidad del ejercicio de la comunicación han quedado eclipsados, cuando requieren ser discutidos en la vida social y política en los tiempos de libertad y democracia —que se insiste desde cierto sector de la clase política—, con un enfoque que difiera de la praxis y el discurso del gobierno correísta.
Es el correísmo el que, además, empleó fuertemente las plataformas de redes sociales y el uso de sitios web para el posicionamiento de contenidos gobiernistas —un uso que se aprovechó en la medida de que estas plataformas también fueron creciendo en los últimos 15 años, que corresponde al período de estudio—. Pero, esta práctica cobró una nueva dinámica y mayor notoriedad con las campañas sistemáticas inauténticas, principalmente, en los períodos electorales del 2017 y el 2021. Incluso se pudo observar con mayor nitidez durante el gobierno de Lenin Moreno. Pero, en el período poscorreísta hubo evidencia de que el uso de cuentas trolls, las campañas dudosas en redes sociales, entre otros, también comienzan a ser una práctica en los gobiernos. Esto oscurece el debate civil y público y, cada vez y bajo ciertas coyunturas, la desinformación toma un rol protagónico. Esto ha conducido a alianzas entre medios de comunicación para impulsar contenidos con factchecking o que algunos periodistas se especialicen en la identificación del modus operandi de estas campañas en Internet.
O el hecho que, adicionalmente, el gobierno morenista haya recurrido a las viejas prácticas del correísmo para afectar a los medios de comunicación por, supuestamente, difundir contenidos protegidos por derechos de autor. En este caso, la evidencia muestra que el gobierno morenista no necesitó de una empresa como Ares Rights —que operaba a nombre de altos funcionarios correístas, aunque ellos lo negaban—. Lo hicieron directamente.Estas acciones despertaron serias preocupaciones de organizaciones como Freedom House ya que afectan la libertad de prensa y expresión.
La misma organización, además, alertó sobre el uso de tecnologías de vigilancia masiva que pueden vulnerar los derechos de las personas, con la recolección indiscriminada de datos personales. Una preocupación que se ahonda, cuando Ecuador no tiene regulaciones claras y precisas sobre el uso y compra de estos dispositivos. Moreno empleó tecnología invasiva en el contexto de la crisis sanitaria global y, de acuerdo a Access Now, en la crisis política y social de las manifestaciones de octubre del 2019 se registraron al menos dos apagones de internet. Para la organización, esto ocurre cuando los gobiernos, de manera intencional, alteran el internet. Esto hizo que Ecuador, por primera vez, entrara a la lista mundial de apagones de internet.
En tiempos de crisis, entonces, los gobiernos pueden echar mano de la tecnología con intenciones no declaradas o con discursos generalistas que pueden abrir la posibilidad a conductas cuestionables. En el correísmo, por otra parte, el uso de las tecnologías, como las cámaras de videovigilancia o el uso del malware para vigilancia política tanto a periodistas, políticos opositores y organizaciones sociales fueron prácticas comunes del entonces Servicio Nacional de Inteligencia, Senain. Sin embargo, estas evidencias no hicieron mella en la popularidad del gobierno, tampoco se abrieron investigaciones serias y urgentes sobre un tema que tuvo eco entre las organizaciones internacionales.
Posiblemente, el uso de las cámaras de videovigilancia instaladas a nivel nacional y administradas por el sistema ECU 911 sea el más representativo, si nos referimos al espionaje político. The New York Times reveló que el registro de las cámaras también se reflejaba en el Centro de Inteligencia Estratégica, ex Senain. Esto se hacía no solo en los tiempos del correísmo sino que era una práctica que continuaba bajo el gobierno de Moreno. Sin embargo, el expresidente Moreno dijo que bajo su gobierno, por el contrario, estas acciones de inteligencia contra personas o políticos ya no se realizaban y enfiló sus críticas contra su excoideario, Rafael Correa.
Sobre el uso y compra de estas tecnologías, Access Now realizó una investigación en Ecuador, Argentina y Brasil. Para el caso ecuatoriano, los investigadores revelaron que hay un discurso ambiguo en relación a la videovigilancia con reconocimiento facial, es decir, que en los eventos públicos se anuncia su uso mientras que, cuando se requiere información, se niega que dichas tecnologías sean aplicadas al ECU 911. A eso sumar, la falta de regulación en el uso y compra de estos equipos que, generalmente, son comprados a Axis (Suecia), Hikvision (China) y Verint (Israel y EE.UU.).
En resumen, Ecuador cuenta con prácticas que se inscriben dentro del autoritarismo digital y que no forman parte exclusiva de un gobierno con características ideológicas específicas. En los últimos 15 años, el correísmo es una fuerza política que despierta posiciones muy encontradas, cuyos episodios más representativos en clave de vigilar, reprimir y manipular tienen factura propia.
Aunque la falta de discusión pública y el imperante discurso de la recuperación de las libertades y la democracia puede generar la ilusión de que en Ecuador los problemas ya se han resuelto.
Lea el informe completo aqui.