(PERIODISTAS/IFEX) – El 12 de septiembre de 2002, la Cámara I del Crimen del Noreste de la provincia de Chubut absolvio a los tres acusados por el crimen del periodista Ricardo Gangeme, asesinado de un balazo en la cabeza el 13 de mayo de 1999. Los jueces tomaron en cuenta el informe de los expertos […]
(PERIODISTAS/IFEX) – El 12 de septiembre de 2002, la Cámara I del Crimen del Noreste de la provincia de Chubut absolvio a los tres acusados por el crimen del periodista Ricardo Gangeme, asesinado de un balazo en la cabeza el 13 de mayo de 1999. Los jueces tomaron en cuenta el informe de los expertos de la Policía Federal, quienes sostuvieron que no era posible determinar que la bala fatal salio del arma incluida como prueba en el expediente.
Los magistrados consideraron que no podía establecerse con certeza el vínculo entre el hecho y los sospechosos, y liberaron de cargos a Osvaldo Daniel Viti, acusado como instigador del homicidio, a Gustavo Fabián Smith, como autor material, y a Alejandro Zabala, como partícipe necesario. El fiscal Ricardo Vázquez Pellegrini había solicitado la reclusion perpetua para los tres.
Gangeme, director del semanario «El Informador Chubutense», fue muerto de un balazo en la cabeza frente al edificio de departamentos donde vivía, situado en pleno centro de Trelew, a 100 metros de una comisaría y de la Unidad Regional de la Policía del Chubut. El disparo ingreso por el ojo izquierdo, sin orificio de salida, lo que provoco la muerte del periodista. En las últimas cuatro ediciones de su publicacion Gangeme había difundido informacion sobre tres causas judiciales abiertas contra la direccion de la Cooperativa Eléctrica de Trelew a raíz de irregularidades cometidas en la compra de suministros al Corralon Fernandes.
Antes del juicio el hijo de la víctima, Pablo Gangeme, había denunciado irregularidades en la investigacion. Una de ellas era que no había sido indagado al empresario Héctor Fernandes -dueño del Corralon-, quien días antes del crimen amenazo al periodista. El empresario no se presento en el juicio pues se encuentra en prision bajo sospecha de haber participado en el vaciamiento de un banco de la provincia.
El hijo del periodista denuncio también anomalías en el manejo de las pruebas, entre ellas esquirlas de la bala extraída del cráneo de su padre. El proyectil fue analizado en distintas oportunidades. La primera vez por la policía chubutense, la segunda por la Gendarmería Nacional, y la tercera por la Policía Federal Argentina. Según lo expresado en las audiencias, ninguno de ellos pudo establecer con certeza si el arma utilizada era la que obraba en poder de los investigadores y que había estado en manos de los acusados en la época del crimen.
Los jueces Juan Angel Di Nardo, Roberto Rubén Portela y Daniel Rebagliati Russell señalaron que no había sido posible determinar que el arma Smith & Wesson calibre 38 secuestrada a Alejandro Zabala hubiera sido la utilizada en el crimen. «Quien tiene conocimiento de la totalidad del expediente advertirá que toda la prueba se construye fundamentalmente alrededor del arma secuestrada a Zabala, y atento a los resultados anteriormente transcriptos debe necesariamente concluirse en la absolucion de los traídos a juicio», concluyo el tribunal, que considero aplicable el principio «in dubio pro reo» – en caso de duda, decidir a favor del acusado.
Alejandro Vecchi, letrado que asesora al hijo de la víctima, adelanto la posibilidad de realizar una querella para reanudar la investigacion judicial, y advirtio que el fiscal Vázquez Pellegrini «tiene la obligacion judicial de apelar las absoluciones». Pablo Gangeme sostuvo que «hay una infinidad de pruebas sobre hechos que no fueron abordados en la instruccion» y que por ese motivo presentaría «una querella que contendrá nombres y apellidos de personas que, en su momento, no declararon con el objeto de lograr que la Justicia siga investigando».