El reportero Ignacio Ríos fue golpeado y despojado de sus pertenencias como una represalia del dirigente del sindicato local, a quien incomodó con sus preguntas.
(CEPET/IFEX) – Ignacio Ríos, reportero del diario «Presente», denunció haber sido golpeado y despojado de sus pertenencias como una represalia del dirigente local del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, a quien incomodó con sus preguntas, el 22 de octubre de 2009, en el municipio de Paraíso, Tabasco, al sur de México.
Ese día, los medios de comunicación fueron convocados para cubrir la renovación de la dirigencia de la Sección 50 del sindicato petrolero. Ríos arribó a la sede sindical alrededor de las 16:30 horas y mientras entrevistaba al líder electo, Gustavo Guerra Espinosa, le preguntó si consideraba que su triunfo constituía un premio de consolación tras haber sido derrotado en las elecciones del 18 de octubre, donde buscaba una diputación local.
«Unos diez hombres me jalaron por la espalda y me sacaron. Afuera se les unieron unos 20 más. Me tiraron al suelo y me patearon. Unos policías que me llevaron detenido para poder rescatarme, me pusieron unas esposas, me llevaron a la comandancia y ahí me dejaron libre», relató el periodista.
Además de los golpes, los agresores lo amenazaron de muerte al comunicador y lo despojaron de una laptop y una cámara fotográfica.
Unas dos horas antes, los miembros del sindicato agredieron también a Cecilia Vargas Simón, reportera del periódico «La Verdad del Sureste», a quien despojaron también de su equipo fotográfico, según denunció el propio diario.
Ríos presentó el mismo día una denuncia penal por lesiones, amenazas y robo ante la Agencia de Ministerio Público de Paraíso, tras la cual se inició una averiguación pericial con número SPPR1779/2009 y la averiguación previa APPR 1107/2009.
EL periodista adelantó que también interpondrá una denuncia ante la Procuraduría estatal y la Procuraduría General de la República.
Manuel Rosales Hernández, jefe de Información de «Presente» condenó la agresión. «Es increíble la prepotencia de los líderes políticos; ellos sólo cumplían con su trabajo. Los dos son reporteros reconocidos y respetados en el estado», señaló.