Los empleados del alcalde pusieron un ultimátum al reportero Miguel García Castañeda y le dieron un plazo de ocho días para desmentir una nota que había publicado.
(CEPET/IFEX) – Miguel García Castañeda, reportero del diario «Z de Zamora», denunció haber sido amenazado el 16 de diciembre de 2009 por parte de las autoridades del ayuntamiento perredista de Chavinda, Michoacán (occidente de México), por poner en duda la realización de obra pública en el municipio.
Según una versión periodística, confirmada al CEPET por Raymundo Reyes, director de la publicación, los hechos ocurrieron aproximadamente a la 1:00 p.m., cerca de la Presidencia Municipal de Chavinda, donde dos elementos de la Policía Municipal se acercaron a García Castañeda y le comunicaron que el presidente municipal, Jesús Gil del Toro, quería hablar con él, así que lo llevaron a sus oficinas.
Una vez frente al alcalde, de acuerdo con la versión del comunicador, un grupo de colaboradores del funcionario entró a la oficina y comenzó a hacer preguntas y acusaciones en su contra en relación con un texto publicado por él en «Z de Zamora», donde cuestionaba el reciente informe de actividades de Gil del Toro en materia de obra pública a la luz de sus promesas de campaña.
«Todos sin excepción me tupieron . . . pues apenas terminaba de hablar uno de ellos cuando empezaba el otro, ni me dejaban salir de la Presidencia, ni hacer llamada alguna, señalando, palabras más palabras menos, que me desdijera de la nota. Así me tuvieron durante casi una hora y media», comentó García Castañeda a la agencia Apro.
A continuación, los empleados del presidente municipal le pusieron un ultimátum y le dieron un plazo de ocho días para desmentir lo publicado o, de lo contrario, presentarían una demanda en contra suya. «Vamos de una vez, para que nos esperamos ocho días», les dijo el comunicador, pero el equipo del alcalde mantuvo su amenaza.
En respuesta a lo que fue considerado un acto de intimidación, el 21 de diciembre «Z de Zamora» publicó en su primera plana un desplegado de apoyo a García Castañeda, firmado por 25 periodistas y colaboradores, en el que se hace responsable al alcalde y demás funcionarios de Chavinda de la integridad del reportero y su familia.
En entrevista, Reyes aseguró que más allá de su edad (65 años), su colaborador cuenta con el respeto de periodistas y ciudadanos de los municipios a los que llega el periódico: «Es una persona crítica, pero es honesto, una persona muy seria en lo que dice y escribe, que tiene el valor para señalar lo que ve y hacerse responsable de lo que publica».
Sostiene que la línea editorial del periódico no está sujeta a negociación, que no sólo no existen convenios de ningún tipo con los ayuntamientos para publicar información positiva a cambio de publicidad, sino que cuando se publican boletines de dependencias de gobierno se coloca una leyenda para diferenciarlos claramente del resto de la información. Más aún, explica que el diario publica diariamente una leyenda en la que se pide a las autoridades no entregar dádivas a los reporteros ni atender peticiones de dinero de éstos a cambio de maquillar u omitir información.
Reyes aseguró que a 15 días de la advertencia de las autoridades de Chavinda, no existía ninguna denuncia formal contra el reportero o el medio. Se dijo convencido de que la credibilidad es el principal capital de su periódico en la región y de que la lucha por conquistar a los lectores se da con verdad, honestidad y trabajo.