(FLIP/IFEX) – Las amenazas contra la periodista Claudia Julieta Duque se intensificaron, pero la investigación adelantada por la Fiscalía General de la Nación por esas amenazas no parece avanzar a la velocidad que el caso amerita. Esta situación ha llevado a que la periodista deba salir de Colombia hacia el exilio. El 17 de noviembre […]
(FLIP/IFEX) – Las amenazas contra la periodista Claudia Julieta Duque se intensificaron, pero la investigación adelantada por la Fiscalía General de la Nación por esas amenazas no parece avanzar a la velocidad que el caso amerita. Esta situación ha llevado a que la periodista deba salir de Colombia hacia el exilio.
El 17 de noviembre de 2004, a las 7:52 p.m. (hora local), Duque recibió una llamada telefónica a su teléfono móvil. Un hombre le preguntó si hablaba con Claudia Julieta, la mamá de Alejandra, a lo que respondió que sí. Luego le dijo, «Sapa hijueputa, me da mucha pena pero usted no nos ha dejado otra salida distinta que matar a su hija, aunque usted ande en carro blindado, su hija va a sufrir, la vamos a quemar viva, le vamos a esparcir los dedos por la casa».
El teléfono móvil identificó el número telefónico de donde se originó la llamada. Según señaló uno de los miembros del Colectivo de Abogados, organización con la que la periodista trabaja, al regresar la llamada contestó un hombre que se identificó como «Alex». El Coronel Novoa, director de la Unidad de Derechos Humanos de la Policía Nacional, dijo a la FLIP que se investigó y se identificó a la persona que se encontraba registrado como dueño del celular. La policía también ha investigado el origen de varios vehículos que, según la periodista, le venían haciendo seguimiento. En esos casos ha encontrado que no hay correspondencia entre el vehículo visto por la periodista y el vehículo registrado ante las autoridades de tránsito.
Novoa hizo entrega de esa información a la Directora de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía, Elba Beatriz Silva, en una reunión sostenida el 25 de noviembre. En esa misma reunión la Directora le informó a la periodista que su caso había sido trasladado a una Fiscalía Seccional tres días antes. Esto, en términos prácticos, significa que su caso no fue considerado por la Fiscalía como una violación a la libertad de expresión, pues sólo los casos relacionados con violaciones a derechos humanos son investigados por esa Unidad. El 26 de noviembre, la Fiscalía reasignó una vez más el caso a un Fiscal de la Unidad de Derechos Humanos y ese mismo día se escuchó la ampliación de la denuncia de la periodista.
Los seguimientos, las intimidaciones y las amenazas hacia Duque comenzaron desde el momento en que la periodista inició una investigación periodística sobre las posibles irregularidades en el proceso penal del homicidio del humorista y periodista Jaime Garzón en agosto de 1999.
Desde entonces la periodista ha venido solicitando a las autoridades que se lleven a cabo las investigaciones correspondientes para dar con los responsables de las amenazas y hostigamientos, pero hasta el momento no hay personas capturadas por los hechos.
La FLIP hace un llamado a la Fiscalía General de la Nación para que continué con la investigación en el caso de Duque y solicita al Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) ser efectivos en la investigación interna que se viene adelantando por la posible participación de miembros de ese organismo de seguridad del estado en las amenazas contra la periodista.