(FLIP/IFEX) – Guillermo Bravo Vera, periodista y director del programa de análisis económico «Hechos y Cifras» del canal regional Alpevisión, en Neiva – sur occidente del país – fue asesinado en la sala de su casa el 28 de abril de 2003 en horas de la noche. «Él estaba escribiendo el libreto de los programas […]
(FLIP/IFEX) – Guillermo Bravo Vera, periodista y director del programa de análisis económico «Hechos y Cifras» del canal regional Alpevisión, en Neiva – sur occidente del país – fue asesinado en la sala de su casa el 28 de abril de 2003 en horas de la noche.
«Él estaba escribiendo el libreto de los programas en la sala de la casa cuando le dispararon. Tenía la puerta abierta», relató su hijo Juan Carlos quien además indicó que su padre había sido víctima de amenazas en diferentes oportunidades. La más reciente, cuenta, fue hace un mes cuando un sicario vino a advertirle que se fuera porque lo iban a matar. Según el hijo, el periodista denunció el hecho ante los agentes del Departamento Administrativo de Seguridad -DAS- de Neiva y estos realizaban patrullajes a la residencia.
De acuerdo con la versión del jefe de inteligencia del DAS, Pedro Moreno, el periodista se acercó a las oficinas de la entidad en el mes de marzo para solicitar vigilancia en su casa porque había comprado un equipo de producción muy costoso. Los agentes realizaron varios patrullajes en los alrededores hasta cuando días después Bravo notificó no necesitar los servicios porque había trasladado los equipos. Sin embargo, Moreno menciona que ellos conocían de amenazas contra el periodista por las denuncias que realizaba sobre temas de corrupción en la administración municipal.
Recientemente Bravo investigaba sobre irregularidades en un contrato de la gobernación para la distribución de licores. En 20 años de carrera el comunicador se había dedicado al tema económico en diferentes medios como el diario «La República», el periódico «Tribuna del Sur», la emisora gubernamental de Neiva y en su revista «Eco Impacto», la cual orientó a investigaciones sobre inversiones en materia de petróleos. Bravo fue merecedor en 1980 del premio nacional Simón Bolívar de periodismo. «Le decíamos el ‘loco bravo’ por su temperamento agresivo y sus decisiones verticales, lo cual le ocasionaba inconvenientes con algunas personas pero era riguroso en su trabajo», menciona Carlos Mora, periodista del diario «La Nación».
Bravo también había sido candidato al Consejo y a la Alcaldía en las pasadas elecciones con un partido de corte cívico. «Él compartía algunas cosas con los movimientos políticos de izquierda», indica Mora.
El agente Moreno del DAS advierte que la entidad adelanta las investigaciones necesarias para dar con los presuntos responsables del homicidio y afirma que los móviles se relacionan con su oficio profesional.