Ramírez se convierte en el segundo comunicador mexicano que muere de esta manera en menos de 24 horas, tras la muerte de Mauricio Cruz Solís en un atentado con arma de fuego.
Este artículo fue publicado originalmente en cpj.org el 31 de octubre de 2024.
Las autoridades mexicanas deben investigar de inmediato y con transparencia el asesinato de la periodista Patricia Ramírez González, más conocida como Paty Bunbury, en la ciudad de Colima, declaró el jueves el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
Ramírez, una periodista de espectáculos del periódico Hechos, fue asesinada este miércoles y se convierte en el segundo comunicador mexicano que muere de esta manera en menos de 24 horas, tras la muerte de Mauricio Cruz Solís en un atentado con arma de fuego este martes. Ambos asesinatos ocurren durante el primer mes del mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum.
“El brutal asesinato de Paty Bunbury es particularmente indignante, pues ocurre a menos de un día del asesinato de su colega Mauricio Cruz”, declaró Jan-Albert Hootsen, representante del CPJ en México. “Estos crímenes demuestran la urgente necesidad de que la presidenta Sheinbaum tome medidas para proteger a la prensa de la violencia”.
Según un comunicado de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Colima, Ramírez fue atacada por un sujeto no identificado alrededor de las 2 p. m. en el restaurante de su propiedad en la capital estatal de Colima, donde trabajaba cuando no ejercía el periodismo.
La FGE no ha esclarecido si el trabajo periodístico de Ramírez es una de las líneas de investigación y no respondió a las llamadas telefónicas efectuadas por el CPJ para solicitar una declaración.
Mario Alberto Gaitán, vicepresidente de la asociación local de comunicadores Periodistas Colimenses, declaró al CPJ por vía telefónica que Ramírez no cubría la política, la delincuencia ni la inseguridad, y no había denunciado ninguna amenaza contra su vida.