Las instalaciones del semanario "RíoDoce" fueron atacadas con un artefacto explosivo, sin que se registraran heridos.
(CEPET/IFEX) – Las instalaciones del semanario «RíoDoce» fueron atacadas con un artefacto explosivo la madrugada del 7 de septiembre de 2009, en Culiacán, Sinaloa, al noroeste de México, sin que se registraran heridos.
De acuerdo con información proporcionada por el director editorial de la publicación, Ismael Bojórquez Perea, el ataque ocurrió alrededor de la 1:45 a.m. (hora local). En ese momento el edificio se encontraba vacío, pues el personal labora hasta las 9:00 de la noche, pero vecinos de la zona escucharon la explosión.
Los agresores rompieron los candados que aseguraban una cortina metálica del edificio que da a la calle Francisco Villa, de la colonia Jorge Almada, con el fin de levantarla un poco y lanzar el artefacto al interior. La explosión provocó daños en la pared, el piso y la cortina de acero del inmueble.
Peritos de la Procuraduría de Justicia estatal acudieron a dar fe de lo sucedido y encontraron al menos ocho fragmentos y la espoleta de lo que parece ser una granada. Asimismo, señalaron que el artefacto explosivo pudo haber provocado más daños de no ser porque éste quedó entre un escritorio de acero y la cortina, lo que evitó que la explosión se expandiera.
Directivos de la publicación presentaron una denuncia de los hechos ante la Procuraduría estatal con la que se dio inició a la averiguación previa DAP/19/2009 por parte de la agencia del Ministerio Público adscrita a esa dirección.
Bojórquez Perea aseguró que en los seis años de circulación que tiene el semanario no habían recibido ningún tipo de amenazas por lo que el medio publica en sus páginas. Detalló que «RioDoce» es un semanario de información general con una línea editorial crítica de todos los niveles de gobierno y aun de la delincuencia organizada.
Consideró que el ataque se inscribe en el contexto de la violencia generalizada que se vive en la entidad, aunque reconoció que el hecho de que los agresores hayan roto los candados de la cortina metálica del edificio para lanzar el explosivo al interior es una señal de que el ataque estuvo dirigido a «RíoDoce», por lo que no descartó que se trate de una represalia por el manejo informativo de la empresa.