Según personal del diario "El Buen Tono", los agresores ingresaron al inmueble, rociaron gasolina en las áreas de editorial, diseño y publicidad y prendieron fuego.
(ARTICLE 19/IFEX) – Ciudad de México, 8 de noviembre, 2011 – Un grupo de al menos diez hombres armados, algunos con el rostro cubierto, atacaron la madrugada del 6 de noviembre de 2011 las instalaciones del periódico «El Buen Tono», en Córdoba, Veracruz, dejando cuantiosos daños materiales e impidiendo que la edición de ese día saliera a la venta. Ningún trabajador del medio resultó lesionado.
Este hecho se suma a una larga cadena de agresiones a la libertad de expresión en Veracruz, que sólo en 2011 ha implicado el asesinato de cuatro periodistas, el desplazamiento forzado de al menos 13 y la desaparición de otro más, esto sin mencionar el clima de intimidación creciente que existe en contra de medios digitales y usuarios de herramientas de difusión en la Red.
De acuerdo con personal del diario, fue alrededor de las 00:15 horas cuando los agresores llegaron a bordo de dos vehículos y, tras amenazar a la única persona que se encontraba en el acceso al periódico, ingresaron al inmueble, donde a esa hora había todavía unos 20 empleados, que lograron resguardarse en la parte posterior de las oficinas. Los agresores llegaron hasta las áreas de editorial, diseño y publicidad, donde rociaron gasolina y prendieron fuego.
Aunque el Gobierno de Veracruz descartó la versión de que fue un grupo armado el que provocó el incendio, dado que al interior del periódico no se encontraron casquillos percutidos ni esquirlas de granadas, el director general de «El Buen Tono», Julio Fentanes, dijo a ARTICLE 19 que los empleados del rotativo sí advirtieron la entrada de hombres con armas largas, además de que en la escena fue recogido un cargador dejado por los agresores.
ARTICLE 19 considera que este ataque representa una escalada en la violencia contra los y las periodistas en la entidad y evidencia la inacción de la autoridad para garantizar el ejercicio pleno de la libertad de expresión.
En ese sentido, hacemos un llamado al gobierno de Veracruz a cumplir con sus obligaciones internacionales y avanzar en las indagatorias sin prejuzgar sobre los móviles y agotando la línea relativa al ejercicio de la libertad de expresión.
Asimismo, pedimos a las autoridades que, atendiendo a la urgencia y gravedad del caso, se implementen medidas concretas para salvaguardar, en el contexto de la actual crisis de seguridad, la integridad física de las personas que ejercen la actividad periodística en el estado.