(FLIP/IFEX) – El 5 de septiembre de 2005, guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dinamitaron las torres de transmisión de las emisoras Caracol y del Grupo Radial Colombiano, Colmundo, ubicadas en el corregimiento de Usenda, en el municipio de Silvia al oriente del departamento del Cauca, a 40 minutos de Popayán. Periodistas […]
(FLIP/IFEX) – El 5 de septiembre de 2005, guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dinamitaron las torres de transmisión de las emisoras Caracol y del Grupo Radial Colombiano, Colmundo, ubicadas en el corregimiento de Usenda, en el municipio de Silvia al oriente del departamento del Cauca, a 40 minutos de Popayán.
Periodistas de las emisoras de Caracol en Popayán informaron a la FLIP que los sistemas más afectados de esa cadena en el departamento son los de AM y el sistema interno de transmisión que también afectó al departamento de Nariño. Actualmente las emisoras de FM son las que se encuentran al aire.
Por su parte, el corresponsal de la FLIP en el Valle logró establecer que las emisoras de Colmundo en ese departamento están funcionando normalmente, y que los daños consisten en la imposibilidad de retransmitir al Cauca la señal emitida desde de Cali.
El Coronel Jairo Hurtado, jefe del Estado Mayor con sede en Popayán, le dijo a la FLIP que el atentado se llevó a cabo el 5 de septiembre en la noche. Tropas de la Vigésimo Novena Brigada del Ejército se están desplazando a la zona para evaluar los daños, pero el acceso a la zona donde se encuentran las torres ha sido minado por los guerrilleros.
Según información recogida por la FLIP, en la zona se adelantan desde el 5 de septiembre enfrentamientos entre el Ejército y las FARC, tras los atentados de este grupo guerrillero a la infraestructura eléctrica de los departamentos de Cauca, Nariño y Putumayo.
La FLIP recuerda que atentar contra la infraestructura de los medios de comunicación constituye una grave violación a la libertad de prensa y la libertad de expresión, derechos humanos ampliamente reconocidos por la Constitución Política y los tratados internacionales. Agredir a un periodista o atentar contra medio de comunicación en desarrollo de un conflicto armado es una infracción al Derecho Internacional Humanitario.