A la 1:05 de la madrugada del 29 de marzo 2000, desconocidos dispararon contra la casa de Bernardo GarcÃa Hamilton, dirigente justicialista y miembro del directorio del diario «La Gaceta de Tucumán». Los tres balazos de calibre 9 milÃmetros dieron en la pared del dormitorio de uno de sus hijos y contra el porton de […]
A la 1:05 de la madrugada del 29 de marzo 2000, desconocidos dispararon contra la casa de Bernardo GarcÃa Hamilton, dirigente justicialista y miembro del directorio del diario «La Gaceta de Tucumán».
Los tres balazos de calibre 9 milÃmetros dieron en la pared del dormitorio de uno de sus hijos y contra el porton de entrada, donde produjeron orificios de casi dos centÃmetros de diámetro. En la casa ubicada en Yerba Buena, localidad proxima a San Miguel de Tucumán, dormÃan GarcÃa Hamilton, su esposa y sus seis hijos, de entre 5 meses y 15 años de edad.
«No tengo idea del motivo o los autores del ataque. Especulaciones se pueden hacer muchas, pero no creo que tenga que ver con mi participacion polÃtica porque actualmente es casi nula», comento. Sin embargo recordo que dos años atrás, cuando militaba más activamente, recibio un ataque idéntico poco después de denunciar irregularidades en la administracion del gobernador justicialista Ramon Ortega.
«Los dos ataques fueron hechos ‘con carbonico’, aunque aquella vez fue más violento porque fueron un total de 29 disparos», recordo GarcÃa Hamilton a PERIODISTAS. La policÃa comenzo las pericias balÃsticas para determinar si las balas disparadas en los dos ataques partieron de las mismas armas. El empresario se inclina a creer que el ataque se relaciona con los casos de corrupcion revelados por «La Gaceta».
«La proliferacion del juego y la acefalÃa e irregularidades en la policÃa provincial son algunos de los casos que investigamos. En los últimos dÃas un fiscal y un diputado sufrieron ataques por su preocupacion en estos casos de corrupcion. Parece que ahora le toca a âLa Gacetaâ», estimo GarcÃa Hamilton.