Después de empezar la huelga de hambre en protesta contra el régimen de Teodoro Obiang Nguema, Juan Tomás Ávila Laurel salió del país al sentirse víctima de "presiones".
(RSF/IFEX) – El 11 de febrero de 2011, Juan Tomás Ávila Laurel, bloguero y director de la revista cultural y literaria «Atanga», emprendió una huelga de hambre como señal de protesta contra el régimen autoritario de Teodoro Obiang Nguema. Tres días después, el 14 de febrero, salió de Guinea Ecuatorial para España al sentirse víctima de «presiones».
«Por las características extremas de tal conducta y los riesgos que conlleva para la salud del individuo que la lleva a cabo, Reporteros sin Fronteras no defiende la huelga de hambre como medio de oposición. En cambio, sí aclamamos el valor de este militante de la libertad en un país donde se reprimen cualquier tipo de protesta y cualquier discurso crítico. Pedimos a las autoridades, y sobre todo a los países socios occidentales de Guinea Ecuatorial, que escuchen las reivindicaciones de Juan Tomás Ávila Laurel, en particular sobre la ausencia de libertad de expresión», declara Jean-François Julliard, secretario general de Reporteros sin Fronteras.
El militante declaró hace poco en una entrevista: «Llevamos 30 años en una mala situación, caminando en la dirección equivocada, y ya era hora de hacer algo. No podemos seguir así, con esta dictadura (. . .). Durante mucho tiempo hemos creído que es difícil echar a un dictador del poder y ahora hemos visto que se puede hacer. Tenemos que intentarlo. Deberíamos aprovecharnos del espíritu de cambios que hay en el Magreb» ( http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=3&id=1539 ).
El bloguero pidió especialmente al presidente de la Asamblea Nacional española, a la cabeza de una delegación de parlamentarios de viaje a Guinea Ecuatorial, que ejerza «las presiones necesarias» para que un gobierno de transición se constituya sin ningún miembro del actual régimen.
Al temer que aparezca en Guinea Ecuatorial un movimiento de protesta similar al de África del Norte, el gobierno decidió organizar un blackout mediático sobre los derrocamientos de Zine el-Abidine Ben Ali y Hosni Mubarak. El ministro de Información y portavoz del gobierno, Jeronimo Osa Osa, ordenó claramente al personal de la radio-televisión de Estado RTVGE que no se cubrieran los acontecimientos de Túnez y Egipto.
En su blog ( http://www.fronterad.com/?q=blog/18 ), a través de sus obras poéticas y teatrales, o bien en las conferencias que da en varias universidades extranjeras, el escritor ecuatoguineano no deja de criticar el régimen de Teodoro Obiang Nguema, su mala gobernabilidad, y también la complacencia mostrada por los países extranjeros con la dictadura.
La publicación de cables WikiLeaks por el diario español «El País» reveló, por ejemplo, la indulgencia culpable de Estados Unidos hacia el gobierno de Guinea Ecuatorial . En 2009, el diplomático estadounidense en funciones en Guinea Ecuatorial, Anton K. Smith, calificaba a Teodoro Obiang Nguema de «tipo simpático», dirigiendo el país de manera «serena y condescendiente». En otras palabras, no hay ningún problema en el «Kuwait de África», país sin libertades pero importante proveedor de petróleo para las empresas estadounidenses.
Guinea Ecuatorial ocupa el puesto 167 entre 178 países en la clasificación mundial de 2010 de la libertad de prensa publicada por Reporteros sin Fronteras. Su presidente figura desde hace varios años entre la lista de los depredadores de la libertad de prensa publicada por la organización. Con un control absoluto de la economía, culto a la personalidad, corrupción, ausencia de pluralismo, prensa controlada de forma estricta, el jefe de Estado lleva dirigiendo el país con mano de hierro desde 1979.
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