La Sociedad Interamericana de Prensa expresó satisfacción por la decisión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de admitir la investigación sobre el asesinato del periodista Mario de Almeida Coelho Filho, que la institución presentó en 2005.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó satisfacción por la decisión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de admitir la investigación sobre el asesinato del periodista Mario de Almeida Coelho Filho, que la institución presentó en 2005. Al mismo tiempo y en un hecho de actualidad en Brasil calificó de “precedente negativo” la sentencia de culpabilidad contra un fotoperiodista herido durante la cobertura de protestas públicas.
El periodista gráfico Alex Silveira perdió la visión de su ojo izquierdo tras ser alcanzado por una bala de goma disparada por un policía durante la cobertura para el diario Agora, de protestas realizadas en São Paulo en mayo 2003. Silveira llevó el caso a los tribunales y la semana pasada la segunda Sala Especializada de Derecho Público de la Corte de Justicia anuló una sentencia anterior que indemnizaba al periodista y eximió al estado de São Paulo de culpabilidad por las heridas ocasionadas.
La Corte atribuyó al fotoperiodista responsabilidad por lo ocurrido y lo obliga además a pagar las costas judiciales y los honorarios del abogado del estado. La sentencia achaca al periodista “la culpa exclusiva del lamentable episodio del que fue víctima”, al haber permanecido en el lugar de los disturbios y no haberse retirado cuando el conflicto tomó proporciones agresivas y de riesgo a la integridad física.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Claudio Paolillo, expresó la solidaridad de la organización con Silveira y solicitó a las autoridades considerar la anulación de una decisión que “se convierte en un precedente peligroso sobre la seguridad de los reporteros y la cobertura de eventos de interés púbico”.
Por otro lado, Paolillo, director del semanario uruguayo Búsqueda, manifestó la profunda satisfacción de la SIP por “la admisión por parte de la CIDH del caso de Mario de Almeida Coelho Filho porque subraya la seriedad de nuestras investigaciones” y porque las mismas “están ayudando a crear una nueva cultura contra la impunidad que afecta a centeneras de casos de periodistas asesinados que todavía permanecen irresueltos, en muchos casos por la desidia de las autoridades”.
La SIP investigó el caso de Coelho Filho y lo presentó ante la CIDH el 19 de octubre de 2005. La CIDH concluyó que tiene competencia para analizar el mérito del caso y que la petición de la SIP es admisible. Puso a disposición de las partes, SIP y Gobierno brasileño, la posibilidad de alcanzar una solución amistosa e informó que en agosto pasado aprobó un informe sobre el caso.
Entre otros elementos, la CIDH evaluó que tras más de 12 años del asesinato ocurrido el 16 de agosto de 2001, ninguna de las investigaciones o de los procesos emprendidos por el Estado fue capaz de identificar, castigar y esclarecer el crimen.
Coelho Filho había recibido amenazas de muerte cuatro meses antes del crimen. Le dispararon cinco tiros cuando llegaba a su casa, en Magé (región de la Baixada Fluminense, Río de Janeiro), donde también tenía la sede del periódico A Verdade, en el solía denunciar actos de corrupción y mal manejo del dinero público de parte de los miembros del ayuntamiento de la ciudad de Magé.
Desde 1997 la SIP ha sometido ante la CIDH 29 casos impunes de asesinatos de periodistas en Bolivia, Brasil, Colombia, Guatemala, México y Paraguay. La CIDH ha admitido 15 de esos casos sobre los cuales la SIP viene dando seguimiento con la presentación de documentación y pruebas.