(FLIP/IFEX) – En un discurso pronunciado en el Congreso de la República, el representante a la Cámara de Representantes, Julio Gallardo Archbold, afirmó que «hay algunos periodistas que más parecen sicarios morales o que incluso pueden ser más peligrosos que los señores que andan con motosierras» (en alusión a perpetradores de masacres en Colombia). Las […]
(FLIP/IFEX) – En un discurso pronunciado en el Congreso de la República, el representante a la Cámara de Representantes, Julio Gallardo Archbold, afirmó que «hay algunos periodistas que más parecen sicarios morales o que incluso pueden ser más peligrosos que los señores que andan con motosierras» (en alusión a perpetradores de masacres en Colombia).
Las declaraciones se dieron con ocasión de las investigaciones que adelantan varios medios de comunicación sobre la aparente compra irregular de computadores portátiles para los representantes a la Cámara, cuando Gallardo era presidente de esa corporación. En los últimos días también se han revelado asuntos adicionales que comprometen su paso por otros cargos públicos.
La FLIP rechaza las declaraciones de Gallardo. Las afirmaciones estigmatizadoras contra los medios de comunicación no pueden convertirse en la estrategia de los funcionarios públicos para contrarrestar las investigaciones periodísticas y eludir las acusaciones que allí se señalan.
En un país como Colombia, las estigmatizaciones o descalificaciones públicas contra un medio de comunicación no sólo constituyen una violación a la libertad de prensa, sino que también tienen como efecto previsible y perverso la generación de un riesgo para quien las recibe. Así, los funcionarios públicos deben abstenerse de hacer declaraciones que puedan servir como base para que los actores armados ilegales emprendan ataques contra medios de comunicaciones o periodistas.
En el «Informe previo de 2005», la FLIP ya había manifestado esta preocupación, fundamentada en casos registrados durante ese año: «Se destaca el discurso estigmatizador y sesgado de algunos alcaldes y gobernadores contra los periodistas. En vez de acudir a los mecanismos legales, estos mandatarios optaron por declaraciones públicas, cartas o referencias explícitas que desvaloraron el rol del periodista en su comunidad y elevaron el riesgo de ejercer su profesión» (ver la alerta de IFEX del 3 de febrero de 2006, «Diagnóstico de la libertad de prensa, diciembre de 2005»).