El 23 de marzo de 2015, la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia declaró la prescripción de la pena impuesta contra el ex-asambleísta Cléver Jiménez y su asesor, el periodista Fernando Villavicencio, por injurias contra el presidente Rafael Correa.
Este artículo fue publicado originalmente en fundamedios.org el 24 de marzo de 2015.
El 23 de marzo de 2015, la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia declaró la prescripción de la pena impuesta contra el ex-asambleísta Cléver Jiménez y su asesor, el periodista Fernando Villavicencio, por injurias contra el presidente Rafael Correa. En su resolución, la Corte detalló que “por ser legal y procedente el amparo de lo dispuesto en los artículos 107, 108 y 114 del Código Penal, se declara prescrita la pena impuesta (…) y en tal virtud se dispone que el actuario de esta Sala, oficie a las autoridades policiales a fin de que se abstengan de capturalos”.
Tanto Jiménez como Villavicencio han permanecido en la clandestinidad en algún lugar de la selva amazónica ecuatoriana después de que el Estado ecuatoriano desconociera las medidas cautelares que otorgó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en favor de los procesados el pasado 24 de marzo de 2014, solicitando suspender los efectos de la sentencia.
El pasado 14 de enero de 2014, el Tribunal de la Sala Penal de la Corte Nacional negó el recurso de casación que interpuso Jiménez, Villavicencio y Carlos Figueroa, y ratificó la sentencia de la jueza Lucy Blacio, quien en abril del 2013 los declaró culpables del delito de injuria contra el Presidente Rafael Correa.
Blacio sentenció a Jiménez y Villavicencio, en calidad de autores materiales, a 18 meses de prisión, mientras que la condena de Figueroa –quien ya cumplió su pena- fue reducida a seis meses. Sin embargo, el 26 de agosto de 2014, la jueza Blacio modificó la pena por la entrada en vigencia del nuevo Código Penal y bajó la condena impuesta a 12 meses.
Tras salir a la luz pública, Jiménez y Villavicencio aseguraron sentirse más fortalecidos de la experiencia y anunciaron que continuarán denunciando la corrupción en el país. En entrevista con Rayuela Radio, Jiménez aseguró que “lo más lamentable y triste es que el gobierno se ensañe y persiga a los familiares de los perseguidos políticos, nuestras familias han sido perseguidas terriblemente, usando recursos públicos con este fin”.
Por su parte, Villavicencio, en esa misma radio señaló que no permitirá que los atropellos sufridos queden en la impunidad y destacó el lado positivo de haber permanecido un año en la clandestinidad y dijo que gracias a la persecución y dolor que sufrieron aumentó un caudal de votos en contra del movimiento oficialista. “Las partes oscuras y trágicas no nos las van a poder pagar, la muerte de mi padre con el cual no pude estar los últimos días, el tiempo que no pude pasar con mis hijos y no pude disfrutar de ese enorme placer, la brutalidad del allanamiento a mi casa, la persecución y los traumas psicológicos que estos hechos dejaron en mi familia”.