Septiembre de 2022 en Europa y Asia Central: un resumen de noticias sobre la libertad de expresión producido por el editor regional de IFEX, Cathal Sheerin, basado en informes de miembros de IFEX y noticias de la región.
Esta es una traducción del artículo original.
Arrestos masivos en protestas contra la movilización en Rusia; la ONU confirma crímenes de guerra cometidos en Ucrania; las marchas del orgullo continúan en Kharkiv y Belgrado; manifestación conservadora pide ley de “propaganda gay” en Turquía.
Brutal, caótica e impopular
La movilización parcial de reservistas militares por parte del presidente Putin ha resultado ser brutal, caótica e impopular en Rusia. Varias decenas de miles de hombres reclutados han huido del país desde que se anunció la política. Según los informes, Kazajstán ha experimentado una afluencia de aproximadamente 100.000 hombres rusos en los últimos días.
Ha habido varias manifestaciones contra la movilización en toda Rusia, en las que se ha arrestado a casi 2.400 personas. Entre los arrestados o detenidos al 24 de septiembre había al menos 27 periodistas que cubrían las protestas.
También hubo numerosos informes de violencia impactante infligida por las autoridades a los manifestantes. Según su abogado, el poeta y activista Artem Kagardin fue golpeado y violado por agentes de policía que lo detuvieron en su apartamento de Moscú por leer poesía contra la guerra. También lo obligaron a disculparse ante la cámara por sus opiniones anti-bélicas. Su compañera, la activista Alexandra Popova también fue golpeada y amenazada con violencia sexual.
[Traducción: Más protestas contra la movilización en toda Rusia hoy, con mítines planeados en Moscú y San Petersburgo esta noche. Arrestos ya en marcha en Tomsk, Siberia]
[La policía antidisturbios que detiene a los manifestantes en San Petersburgo hoy lleva el símbolo Z a favor de la guerra en sus cascos. Su trabajo ahora es, literalmente, garantizar que esta guerra continúe…]
Como siempre, el gobierno de Putin ha tratado de controlar la narrativa. El regulador estatal de medios anunció este mes que los medios de prensa serían multados o bloqueados por difundir “información falsa” sobre la movilización. Las organizaciones de medios, afirmó, solo deben usar información proporcionada por fuentes oficiales.
También continuó la persecución de la prensa: el renombrado periódico independiente Novaya Gazeta (que dejó de imprimirse en Rusia en marzo después de ser acusado de violar la ley de «agente extranjero») fue despojado de sus licencias de impresión y sitio web este mes; y el Sindicato de Periodistas y Trabajadores de los Medios (condenado en agosto por “desacreditar a las fuerzas armadas rusas”) fue liquidado por el Tribunal Municipal de Moscú.
En este contexto de represión creciente y supresión del espacio cívico, los grupos de derechos humanos pidieron a los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que apoyen la resolución en la 51ª sesión del CDHNU sobre el establecimiento de un Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en Rusia.
La ONU confirma crímenes de guerra
El primer informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania designada por la ONU confirmó que los ocupantes rusos han cometido crímenes de guerra contra civiles ucranianos. El informe documenta homicidios ilegítimos (incluidas ejecuciones sumarias), actos de tortura y violencia sexual.
Según el Instituto de Información de Masas (IMI), el recuento de crímenes cometidos por las fuerzas rusas contra los medios en Ucrania asciende ahora a 454. El IMI ha compilado una lista de 38 personas periodistas asesinadas (seis de ellas mujeres) durante los primeros siete meses de la guerra –hasta el 24 de septiembre de 2022– en el curso de sus informes o en actividades ajenas a su profesión.
Entre los crímenes contra los medios documentados este mes por el IMI, están los secuestros por parte de las fuerzas rusas de blogueros pro-ucranianos, quienes luego se vieron obligados a pedir “disculpas” por sus opiniones en video.
La experta en medios del IMI, la periodista Iryna Zemlyana, informó que Rusia abrió una investigación sobre su protesta contra la guerra frente al embajador ruso en Varsovia en mayo. Zemlyana continúa recibiendo amenazas de muerte de fuentes pro-Putin debido a su protesta y permanece escondida.
Defendiendo el espacio cívico LGBTQI+
A pesar del bombardeo diario de Kharkiv (la segunda ciudad más grande de Ucrania) por parte de Rusia, los organizadores del Orgullo de Kharkiv continuaron decididamente con su marcha anual el 25 de septiembre, pero con modificaciones en la ruta que llevó la marcha a través del sistema de metro de la ciudad. Aunque hubo muchos menos asistentes que en los últimos años, debido a que varios miembros de la comunidad LGBTQI+ y sus aliados están involucrados activamente en la defensa de Ucrania y actividades relacionadas, o se han convertido en refugiados, quienes marcharon hicieron sentir su presencia.
[ Traducción: Hoy, activistas LGBTQ+ de #Kharkiv, ciudad severamente bombardeada por los rusos, celebraron el #KharkivPride en el metro porque la libertad y los derechos humanos son exactamente por lo que Ucrania está luchando ahora.
Foto: Iván Chernichkin / Zaborona
El Orgullo de Kharkiv está coordinado por Sphere, una ONG feminista lesbiana, que aprovechó la ocasión para hacer un llamado a favor del matrimonio igualitario en Ucrania. Esto siguió al anuncio del presidente Zelensksy en agosto de que no se haría ningún esfuerzo para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo mientras continuara la guerra con Rusia. (Sin embargo, Zelensky dijo que su gobierno estaba analizando la legalización de las relaciones entre personas del mismo sexo).
Un informe sobre el Orgullo de Kharkiv por el medio de noticias en línea Zaborana mostró por qué, especialmente en tiempos de guerra, el cambio legislativo es tan importante para las personas LGBTQI+. Como lo explicó un manifestante del Orgullo que fue entrevistado: “Durante la guerra no desaparecimos y todavía tenemos necesidades, en particular las relacionadas con la guerra, por ejemplo, para recoger el cuerpo de un compañero fallecido o simplemente visitarlo en el hospital”.
Una muy esperada marcha del EuroPride se llevó a cabo en Belgrado, Serbia, en septiembre. Fue un momento histórico: la primera vez que se organizaba una marcha del EuroPride en el sureste de Europa. A mediados de mes, el Ministerio del Interior prohibió la marcha del Orgullo –y también una contramarcha de extrema derecha prevista– aduciendo razones de seguridad.
El líder local del EuroPride insistió en que su marcha se llevaría a cabo y dijo: «Es importante que salgamos y que se escuche nuestra voz». A último momento, los grupos LGBTQI+ informaron que el primer ministro abiertamente gay de Serbia les había dado garantías de que el evento podría llevarse a cabo.
Tanto la marcha del EuroPride como la anti-LGBTQI+ se llevaron a cabo el 17 de septiembre. Durante las mismas, 87 manifestantes homofóbicos fueron arrestados después de contiendas con la policía.
Solo unos días antes de que el gobierno anunciara la prohibición del EuroPride, miles de personas asistieron a una manifestación contra el Orgullo en Belgrado, organizada por grupos de derecha con el apoyo de la Iglesia Ortodoxa Serbia.
Varios miles también asistieron a una manifestación anti-LGBTQI+ en Estambul, Turquía, el 18 de septiembre. Quienes la organizaron llamaron al evento «La gran reunión familiar» y pidieron una ley que prohibiera la llamada «propaganda gay», lo que implicaría el cierre de las asociaciones LGBTQI+ y las actividades públicas relacionadas con el movimiento LGBTQI+. Estas personas también afirmaron haber recogido 150.000 firmas en una petición exigiendo esta legislación.
Al igual que en otros países, como Polonia, Hungría y Rusia, el sentimiento anti-LGBTQI+ en Turquía a menudo va de la mano con una intolerancia a la igualdad de género y los derechos sexuales y reproductivos (a veces denominados despectivamente por la extrema derecha como ‘ideología de género’). Un ejemplo puede verse en las palabras del vicepresidente del Partido Patriótico, Meltem Ayvalı, durante la manifestación: “Retirarse de la Convención de Estambul [sobre la violencia contra las mujeres], que es una convención LGBTQI+, fue el primer paso. Ahora nos espera una batalla más dura”.
[ Tradución: Gran desfile anti-LGBT en Estambul. Creo que es la primera gran reunión de la historia. Exigen la prohibición de la «propaganda LGBT» en todas las plataformas, el cierre de las asociaciones LGBT, la prohibición de sus actividades públicas y la criminalización de LGBT según el folleto de las personas que organizaron.]
Según el informe de ILGA-Europa de 2022 sobre la situación de las personas LGBTQI+ en Europa, Turquía ya es el segundo peor país de la región en cuanto a derechos LGBTQI+. Las tendencias preocupantes que destaca el informe son la promoción del sentimiento homofóbico por parte de los principales políticos, la prohibición de los desfiles del orgullo gay desde 2015 (y su dispersión a menudo violenta por parte de la policía), el acoso a las trabajadoras sexuales trans por parte de las fuerzas del orden e «innumerables crímenes de odio».
Los aliados de la comunidad LGBTQI+ de Turquía también suelen ser objeto de ataques. En septiembre, la municipalidad del distrito de Osmancık (en la provincia norteña de Çorum) canceló un concierto de música de la cantante pop Aleyna Tilki después de que criticara la manifestación anti-LGBTQI+ de Estambul.
En Italia, la victoria de la extrema derecha en las elecciones generales de este mes no es, como era de esperar, un buen augurio para los derechos LGBTQI+ (ni para muchos otros derechos). Giorgia Meloni, cuyo partido Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia) tiene raíces neofascistas, liderará un nuevo gobierno de figuras elegidas de la coalición de extrema derecha que ella llevó a la victoria. Un discurso que dio [VIDEO] en junio de 2022 al partido español de extrema derecha Vox ofrece una idea del pensamiento que probablemente informará la política del gobierno una vez que esté a cargo:
“Sí a las familias naturales, no al lobby LGTB, sí a la identidad sexual, no a la ideología de género, sí a la cultura de la vida, no al abismo de la muerte. No a la violencia del islam, sí a fronteras más seguras, no a la inmigración masiva, sí a trabajar por nuestro pueblo, no a las grandes finanzas internacionales”.
La ¨purga” continúa
Septiembre fue un mes de impactantes sentencias de prisión en Bielorrusia, ya que las autoridades continuaron con su “purga” de la sociedad civil.
A principios de mes, Marfa Rabkova,coordinadora de voluntariado del centro de defensa de derechos humanos Viasna y el voluntario Andrei Chapiuk, recibieron respectivamente 16 y seis años de prisión, por cargos falsos relacionados con las manifestaciones contra Lukashenka de 2020. Tanto Rabkova como Chapiuk han estado ya tras las rejas durante aproximadamente dos años.
Sus colegas Ales Bialiatski, Valiantsin Stefanovich y Uladzimir Labkovich (todos detenidos arbitrariamente desde 2021) ahora enfrentan cargos más severos que aquellos por los que fueron arrestados. Según Viasna, los tres están actualmente acusados de «contrabando» de dinero en efectivo a través de la frontera y de «financiar acciones grupales que alteran el orden público». Si son declarados culpables, cada uno enfrenta entre siete y 12 años de prisión.
Otras sentencias de prisión draconianas este mes fueron las recibidas por el periodista Dzianis Ivashyn, quien fue encarcelado por 13 años luego de que informara sobre la presencia de ex policías antidisturbios ucranianos en la fuerza policial bielorrusa, y el miembro bielorruso del PEN Aliaksandar Fiaduta, quien recibió una sentencia de diez años por ‘conspiración para tomar el poder’.
También hubo buenas noticias en septiembre: el corresponsal de RFE/RL, Aleh Hruzdzilovich, salió de prisión, donde se encontraba desde diciembre de 2021; y la periodista de Belsat TV Darya Chultsova fue liberada después de cumplir una sentencia completa de dos años. Ambos periodistas habían sido condenados de manera dudosa por participar en las protestas masivas que arrasaron Bielorrusia después del cuestionado resultado de las elecciones presidenciales de agosto de 2020.
Actualmente hay más de 1.330 prisionera/os político/as en Bielorrusia, entre quienes se incluyen 31 periodistas. La Asociación de Periodistas de Bielorrusia se puso en contacto con sus familiares y seres queridos recientemente y proporcionó información actualizada..