Cuarenta miembros de IFEX expresamos solidaridad con las mujeres que han sido víctimas de violencia por ejercer sus derechos a la libre expresión.
(IFJ/IFEX) – Lo que sigue es una acción conjunta de 40 miembros de IFEX, encabezada por el Comité de Género de IFEX:
Cuarenta miembros de IFEX exigen medidas concretas para poner fin a la violencia contra las mujeres que hablan con valentía
Para conmemorar el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, 25 de noviembre, nosotros, los signatarios 40 miembros de Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión (IFEX), expresamos solidaridad con las mujeres que han sido víctimas de violencia por ejercer sus derechos a la libre expresión.
Este día señalamos la situación de las muchas mujeres que se enfrentan a amenazas y están sometidas a ataques debido a su género. Amenazas de muerte, secuestros, ataques físicos, incluyendo flagelación y asesinatos, así como acoso judicial, sexual y verbal son atrocidades que muchas mujeres periodistas, escritoras y activistas enfrentan en todo el mundo, en especial en países en los que no se respeta la libertad de palabra.
Este año, varias mujeres han sido asesinadas o amenazadas de muerte en varias regiones de todo el mundo. El 11 de enero, Uma Singh, una periodista de medios impresos y electrónicos, fue atacada violentamente y asesinada por 15 hombres en su casa en Dhanusa, Nepal. Singh, de 24 años, era un modelo para muchas mujeres jóvenes en Nepal que buscaban unirse a la profesión del periodismo. Investigaba apropiaciones ilegales de tierras y se oponía a las amenazas a los derechos de la mujer, incluyendo la tradición local de dotes costosas. La noche del asesinato de Singh, la corresponsal del «Kantipur Daily» Manika Jha recibió amenazas de muerte de un grupo que le dijo «ahora es tu turno». Estos ataques se produjeron después de exigencias de mujeres periodistas en Dhanusa que se quejaron de que docenas de empleadas de los medios habían sido obligadas a renunciar a sus trabajos tras amenazas de grupos armados.
Natalya Estemirova, quién trabajaba para el grupo de derechos humanos Memorial y escribía para «Novaya Gazeta», fue secuestrada en su casa en Grozny, República Chechena, el 15 de julio. Su cuerpo fue encontrado más tarde en Ingushetia, con heridas de bala. La periodista había estado investigando atrocidades cometidas en Chechenia y el norte del Cáucaso, convencida que «la determinación y el valor de los que no estaban preparados para soportar este estado de ilegalidad vencería finalmente».
En mayo de 2009, las amenazas de muerte y acoso de la escritora, periodista y activista laureada Lydia Cacho aumentaron, lo que suscitó temores por su seguridad. Cacho fue vigilada y seguida por individuos armados desconocidos y había estado recibiendo amenazas de muerte a través de su blog desde febrero de 2009. Tras la publicación de su primer libro en 2005 sobre la pornografía infantil en México, Cacho fue arrestada, detenida y maltratada ilegalmente antes de ser sometida a una demanda penal por difamación que duró un año. Fue liberada de todos los cargos en 2007, pero sus intentos para obtener compensación legal para su tratamiento han sido infructuosos.
Las mujeres además han sido víctimas de ataques físicos y acoso por parte de las autoridades estatales. En julio de 2009, en Sudán, Lubna Ahmed Al-Hussein, una periodista que habla abiertamente, activista de los derechos de las mujeres y empleada de las Naciones Unidas fue arrestada en un restaurante junto con varias otras mujeres por «vestirse de manera provocativa» y amenazar los valores de la sociedad sudanesa por usar pantalones. Diez de las mujeres arrestadas optaron por declararse culpables y recibieron inmediatamente diez azotes y multas. Hussein, junto con otras dos, optó por luchar contra los cargos, en parte para atraer la atención a la situación de los derechos de las mujeres en Sudán. Los tribunales le ordenaron pagar una multa o pasar un mes en la cárcel. Cuando escogió la prisión para defender sus derechos, el Sindicato de Periodistas Sudaneses intervino y pagó a su nombre, en contra de sus deseos. Las mujeres que defendieron a Hussein se enfrentaron a más persecución. Cuando salieron a las calles para protestar por su sentencia, 50 mujeres abogadas, activistas y periodistas, todas parte de la iniciativa «NO para la opresión de las mujeres», fueron arrestadas y golpeadas por las fuerzas policíacas. Amal Habbani, una columnista de «Ajrass Al Horreya», se sigue enfrentando a cargos relacionados con la difamación y una enorme multa después de defender a Hussein.
Estos casos demuestran la gravedad de la violencia e intimidación que las mujeres francas enfrentan al informar sobre asuntos de interés público o defienden los derechos humanos.
Nosotros, los signatarios:
– Condenamos todas las formas de represión en contra de las ciudadanas y mujeres profesionales que ejercen sus derechos a la libre expresión y señalamos los casos de la violencia de género perpetrada en contra de la mujeres que hablan abiertamente este año (ver lista a continuación).
– Pedimos que las autoridades nepalesas que emprendan una investigación a fondo de los casos de Uma Singh y Manika Jha para garantizar que se identifique y se procese y condene a los verdaderos perpetradores.
– Pedimos a las autoridades rusas que emprendan una investigación a fondo del asesinato de Natalya Estemirova y otras activistas que han sido blanco de la violencia y que garanticen que se lleve a la justicia a los verdaderos culpables.
– Hacemos un llamado a las autoridades mexicanas para que emprendan una investigación a fondo de las amenazas contra Lydia Cacho y garanticen su seguridad.
– Hacemos un llamado a las autoridades sudanesas para que retiren todos los cargos contra Amal Habbani y rescindan todas leyes que contravengan los derechos de la mujer, según están esbozados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
– Nos levantamos en solidaridad con las muchas mujeres en todo el mundo que se enfrentan a la injusticia y a la violencia de género por cumplir sus deberes profesionales y cívicos.
– Instamos a los gobiernos nacionales, órganos de la policía y patrones para que brinden protección adecuada a las mujeres periodistas, defensoras de los derechos humanos, escritoras y blogueras e inviertan en programas de educación relacionada con el género para que las mujeres puedan trabajar libremente e informen sobre cualquier tema, incluyendo los derechos de la mujer.
– Pedimos a las autoridades nacionales que emprendan investigaciones completas y a fondo de los casos de mujeres periodistas, escritoras, activistas y blogueras que han sido víctimas de la violencia para que sus atacantes y asesinos se enfrenten a la justicia.
Es hora de que los gobiernos, instituciones internacionales y patrones en la industria de los medios tomen medidas concretas para poner fin a las atrocidades que nuestras colegas enfrentan en el curso de su trabajo.
Haz clic aquí para ver una lista de las periodistas, escritoras y activistas que han sido atacadas mientras practicaban su profesión en el año 2009.
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