Antes de la Revisión Periódica Universal de Gambia, la editora regional de IFEX, Reyhana Masters, pregunta: ¿Qué temas son los más importantes en la agenda de la sociedad civil?
Saikou Jammeh de Gambian Press Union, Vivian Affoah de la Media Foundation for West Africa, Alieu Sowe del Give1 Project y Demba Kandeh, profesora asociada de la Universidad de Gambia, comparten sus opiniones sobre el progreso del país y los desafíos pendientes.
Esta es una traducción del artículo original.
«Tengo esperanza …» «Esperamos …» «Hay mucha esperanza …»
Estas fueron las respuestas más comunes al preguntarle a defensores y activistas sobre el compromiso de Gambia con el próximo Proceso de Revisión Periódica Universal en noviembre.
Esta prudencia al contestar se remonta al trauma de vivir bajo el gobierno tiránico del ex presidente Yahya Jammeh. Los 22 años abusivos y autocráticos de su gobierno permanecen incrustados en el pueblo de Gambia. El cambio de liderazgo en 2017 anunció una nueva administración que trajo cambios, pero no por ello una pérdida de memoria.
“Las cosas que sucedieron bajo Jammeh siguen viviendo en nosotros. Las violaciones de los derechos humanos permanecen con nosotros. Se necesita mucho trabajo para reparar lo que ha sido dañado”, explica Saikou Jammeh, secretario general de la Unión de la Prensa de Gambia (GPU por su sigla en inglés).
Altas expectativas del gobierno del presidente Barrow
“El mayor desafío que enfrentamos es que tenemos un presidente que no se ve a sí mismo como un presidente de transición. Mientras se vea en un papel permanente, tomará decisiones políticas y no decisiones morales y honorables. Esas decisiones políticas pueden no ser favorables al pedido de justicia por esas violaciones”, agregó.
La entrada dramática de Adama Barrow en el paisaje político de Gambia, un personaje apacible y de voz suave, se consideró temporal. El plan fue siempre que, con el apoyo y el respaldo de siete de los partidos políticos de la oposición, Barrow tomaría el mando como presidente durante tres años, llevaría a cabo las reformas inmediatas necesarias para un entorno propicio a elecciones libres y justas, y luego renunciaría.
El hecho que no renunciara dio lugar a un movimiento de base: Tres años es suficiente (Three Years Jotna – Three Years Enough). Este movimiento resolvió disputar su liderazgo continuo a través de protestas en diciembre.
La gente tiene grandes espectativas con la entrada de Barrow y su gobierno en este tercer ciclo del proceso del EPU, quizás por el hecho que la respuesta del Estado al primer y segundo ciclo del EPU fue muy decepcionante. Pero aú no está claro si se harán realidad sus esperanzas. Jammeh lo resume así: “No hay duda de que este gobierno será más cooperativo en aceptar las recomendaciones. Queda por ver si cooperarán más en términos de implementación de las recomendaciones”.
El proceso del EPU
Todos los países miembros de las Naciones Unidas pasan por un intenso ciclo de revisión de derechos humanos de cinco años que incorpora tres etapas. La compilación del informe antes de la revisión del EPU es el primer paso crítico, y las organizaciones de la sociedad civil, las instituciones de derechos humanos y las agencias de la ONU son parte del proceso a través del cual se pueden realizar contribuciones.
“En la revisión de 2010, Gambia rechazó todas las recomendaciones que tenían como objetivo abordar cuestiones de libertad de prensa, libertad de expresión, libertad de información, seguridad de los periodistas e impunidad», recuerda Vivian Affoah, gerente del programa de libertad de expresión en la Fundación de Medios para África occidental. «El Estado apoyó 68 recomendaciones en 2010, y estas fueron principalmente las cuestiones que no eran controversiales.»
Gambia estuvo ausente durante la adopción de su informe del EPU en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) el 28 de marzo de 2015. En cambio, dieron una respuesta por escrito a las 171 recomendaciones, indicando que aceptaban 93 y «observando» 78. «Esto fue una mejora notable en términos de las respuestas del Estado, pero el por qué del cambio de posición sigue siendo un misterio», dice Jammeh.
La GPU, la MFWA e IFEX se reunieron recientemente en Ginebra con miembros de la comunidad diplomática, antes del EPU, programado para el 5 de noviembre. La adopción de las recomendaciones al informe presentado tendrá lugar durante la sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos en marzo de 2020.
TWEET Como parte de la promoción para mejorar la libertad de expresión y el desarrollo de los medios en Gambia, @gmpressunion, @IFEX y @TheMFWA están llevando a cabo una Misión en Ginebra para hablar con las Misiones Diplomáticas sobre el próximo EPU del país.
La libertad de expresión se beneficia del cambio de liderazgo
El presidente Barrow comenzó su mandato presidencial con promesas, y particularmente en lo que atañe a la libertad de expresión. «Los gambianos son ahora más francos con temas de interés público legítimo, e incluso con temas que no lo son», destacó Jammeh.
“Ha habido una especie de boom mediático después de la dictadura. Ahora tenemos alrededor de cuatro estaciones de televisión, cuando antes teníamos una sola. Las estaciones de radio ahora revisan los periódicos en inglés y en los idiomas locales. Los periodistas de los medios impresos son audaces, y la presencia en los medios en línea es enorme. Hay pluralismo y diversidad y las personas aprovechan de una multiplicidad de plataformas para expresar puntos de vista y opiniones, incluso a través de protocolos de voz en Internet”, agrega.
Por otro lado, Affoah señaló: «El crecimiento de los medios se vio frenado por las obligaciones financieras prohibitivas impuestas a los medios, los impuestos que se les exige a los periódicos locales e importados, y las tarifas exorbitantes de licencias de transmisión».
En junio de 2017, el Daily Observer, uno de los periódicos más leídos y considerado el portavoz de Jammeh, fue cerrado por la Autoridad de Ingresos de Gambia por falta de pago de impuestos. El periódico reanudó temporalmente las operaciones, pero dos semanas después cerró nuevamente, luego de no pagar impuestos pendientes de más de 360,000 dólares americanos.
Afinando los derechos digitales
Al centrarse en el tema de la inclusión digital, Alieu Sowe, Director para Gambia del Proyecto Give1, subraya el alto costo del acceso a Internet como un desafío fundamental para la libertad de expresión y el acceso a la información en Gambia. «Solo un gigabyte de datos cuesta cinco dólares estadounidenses, sin embargo, muchas personas viven con menos de un dólar al día, lo que hace imposible que la mayoría de las personas y los grupos marginados paguen por el acceso».
Una de las recomendaciones formuladas en una presentación conjunta de grupos involucrados en el proyecto Internet Freedom in Africa y UPR tiene una relación directa con este tema: «Proporcionar igualdad de acceso a la tecnología y las comunicaciones a todos los ciudadanos, incluidos los grupos desfavorecidos y marginados de la población, eliminando barreras de acceso y mejorando la asequibilidad, así como expandiendo la infraestructura y desistiendo de las interrupciones de internet».
Las partes interesadas responsables de la presentación incluyen la Colaboración en la Política Internacional de TIC para África Oriental y Meridional (CIPESA), Small Media, The Gambia Press Union, Give1 Project Gambia y YMCA Computer Training Centre, and Digital Studio.
Los críticos y activistas reconocen que el entusiasmo inicial y la velocidad de las mejoras ha disminuido. «Ha habido cierta reticencia y una desaceleración en algunas de las reformas tangibles», dice Demba Kandeh, profesora asociada de la Universidad de Gambia.
Jammeh comparte este sentimiento. “La administración actual continúa arrastrándose, sin embargo, hay una serie de leyes que rigen el discurso que no se han reformado. Estas incluyen [leyes relacionadas con] sedición y noticias falsas, o incluso discursos que pueden conducir a un quebrantamiento de la paz”.
Empujando por el progreso
Jammeh y Affoah afirman que sus organizaciones continuarán abogando por la implementación de leyes progresistas. «El gobierno necesita aprobar leyes como el derecho a la información, así como las normas de transmisión que mejorarán el disfrute de los derechos de libertad de expresión», destaca Affoah.
Jammeh señala que “este régimen es casi tan críptico como su predecesor en términos de acceso a información crítica para propósitos de responsabilidad, transparencia y participación significativa. Pero en lugar de legislar a favor de compartir de manera más sistemática información relacionada con el abuso de poder y la corrupción, el gobierno está pensando en tomar medidas drásticas para abordar las filtraciones».
Con respecto a la transformación de la emisora estatal, el profesor Kandeh cree que, incluso si el tema no aparece en el proceso del EPU, debería alentarse. “Bajo Jammeh, la emisora era solo un portavoz del gobierno. No deberíamos permitir que estoy vuelva a suceder. Debería ser independiente.”
Tanto Sowe como Kandeh enfatizan la falta de protección para los denunciantes. “La ley es extremadamente draconiana en Gambia, con una sentencia potencial de 30 años por filtrar secretos oficiales”. Como no es clara la definición de lo que se considera secreto, cualquier memo de un funcionario a otro podría considerarse bajo esta definición, explica Kandeh.
«No se puede exponer la corrupción de manera segura, y la gente todavía teme la ley, incluso bajo el nuevo gobierno», dice Sowe.
Derechos LGBTQI marginados en proceso de revisión constitucional
El presidente Barrow y su administración son aplaudidos por el proceso constitucional en curso, diseñado para conducir a la redacción de una nueva constitución.
Vista como una reliquia del gobierno de Jammeh y su gobierno autocrático, la Constitución de 1997 había sido objeto de numerosas enmiendas y contenía disposiciones que otorgaban un poder significativo al presidente.
«La Comisión de Revisión Constitucional de Gambia es un intento del gobierno de demostrar que están comprometidos a revisar la constitución para incluir disposiciones que respeten los derechos humanos, y que están en sintonía con su obligación internacional», dijo Affoah.
En el segundo ciclo del EPU del país en 2014, el gobierno recibió la recomendación de retirar las leyes penales que sancionan la homosexualidad y tomar medidas para combatir la violencia basada en la orientación sexual y la identidad de género. Sin embargo, existe la preocupación de que la nueva constitución, redactada a través de lo que muchos consideran un proceso democrático e inclusivo, seguirá excluyendo cláusulas protectoras para los derechos LGBTQI.
Como explica el profesor Kandeh: “Hubo una reacción violenta. El gobierno rechazó la recomendación y esto generó un malestar a nivel nacional. Hubo cierta preocupación y temor en la sociedad civil sobre el impacto que esto tendría en la comunidad LGBTQI. Como resultado, la sociedad civil está más apagada. Es reacia a hablar de esto abiertamente por temor a las repercusiones sociales, el acoso y la violencia «.
“Si se van a hacer recomendaciones sobre temas LGBTQI, el encuadre será muy importante. La sociedad gambiana es sensible y aún no está necesariamente preparada, por lo que es probable que sean rechazadas”, agregó Sowe.
Justicia y reconciliación
Al trabajar para reparar la sociedad fragmentada de Gambia, la tarea más progresiva ha sido el establecimiento de la Comisión de la Verdad, la Reconciliación y las Reparaciones (TRRC por su sigla en inglés), a través de una Ley aprobada en diciembre de 2017 y ratificada por el Presidente Barrow un mes después. Promovidas bajo el eslogan «Nunca más», las audiencias del TRRC han sido accesibles en todo el país y se consideran un paso esencial hacia alguna forma de justicia.
“Es a través de este proceso TRRC que hemos llegado a conocer a las personas que estaban detrás de los crímenes y las injusticias que se cometieron contra los periodistas. En nuestras recomendaciones, estamos diciendo que debe buscarse justicia por las violaciones contra los periodistas. A pesar de que las violaciones fueron sancionadas por el régimen anterior, este gobierno debe hacer justicia”, enfatiza Jammeh.
La esperanza continúa siendo prudente. Para concluir, Jammeh reitera su preocupación de que «las cosas que están mal en el país beneficiarán a cualquiera que asuma el poder como presidente, por lo que las recomendaciones hechas a través del proceso del EPU podrían no ser prioritarias».