El hostigamiento que inflige Ortega sigue estrechando el cerco a lo poco que queda de periodismo en el país, tras más de seis años de acciones represivas contra la prensa, que han forzado al exilio a cientos de periodistas.
Este artículo fue publicado originalmente en rsf.org el 26 de julio de 2024.
El 12 de julio, la policía entró por la fuerza en el domicilio de la periodista Fabiola Tercero Castro. Desde entonces, ella y su familia se encuentran en paradero desconocido. La desaparición de Castro se produce en medio de una nueva ola de represión contra la prensa nicaragüense. Reporteros Sin Fronteras (RSF) urge a las autoridades a poner fin a la persecución de periodistas, y a explicar la desaparición de Fabiola Tercero Castro.
El 12 de julio de 2024, siete agentes de policía asaltaron el domicilio de la periodista y activista nicaragüense Fabiola Tercero Castro, residente en la capital, Managua. Se incautaron del ordenador y de otro material de trabajo de Castro, y, desde este registro, no se han tenido noticias del paradero de la periodista, ni de su familia. Aunque Castro no se encontraba imputada por ningún cargo formal, había sido sometida a medidas represivas, como el arresto domiciliario y la obligación de presentarse diariamente en una comisaría de policía. Según las informaciones de RSF, Castro podría estar detenida por el Estado, aunque no hay información oficial que confirme esta teoría.
Las fuentes de RSF sobre el terreno explican que el régimen del presidente Daniel Ortega ha recrudecido la represión contra los pocos periodistas independientes que permanecen en el país. La policía registra sus domicilios sin orden judicial ni ningún tipo de explicación, y les interroga sobre sus compañeros, su trabajo actual y sus anteriores empleos en medios de comunicación independientes. También registran los teléfonos móviles de los periodistas, y confiscan los dispositivos electrónicos de todos los ocupantes del domicilio. Además, se les obliga a presentarse diariamente ante la policía, ya sea mediante una llamada telefónica o una visita a la comisaría más cercana.
«La información que nos llega de los periodistas nicaragüenses es desgarradora, se asemeja a una película de terror. El hostigamiento que inflige Ortega sigue estrechando el cerco a lo poco que queda de periodismo en el país, tras más de seis años de acciones represivas contra la prensa, que han forzado al exilio a cientos de periodistas. Además de las alertas que recibe sobre maniobras de persecución, vigilancia permanente y detenciones arbitrarias de periodistas, RSF también seguirá de cerca ahora las desapariciones forzadas. Pedimos explicaciones al gobierno sobre el caso de Fabiola Tercero, y que ponga fin a esta censura desenfrenada.»
Artur Romeu, director de la oficina de RSF en América Latina
Durante los últimos años, el Estado ha utilizado multitud de tácticas para silenciar a la prensa, desde la compra de medios de comunicación, el cierre de medios locales y los recortes en la publicidad estatal, hasta agresiones físicas, discursos públicos de odio a la prensa y detenciones arbitrarias. En abril de 2023, el periodista Víctor Ticay, reportero de la cadena de televisión Canal 10, fue detenido arbitrariamente y condenado a ocho años de cárcel por cubrir un acto religioso. El gobierno ha llegado incluso a prohibir a periodistas nicaragüenses volver a entrar en su propio país, como sucedió con Kimberly León, directora de la emisora de radio La Costeñísima, a quien la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) impidió entrar en el país tras un viaje familiar a Estados Unidos.
El régimen de Ortega se ha vuelto tan hostil contra los medios independientes que al menos 263 periodistas nicaragüenses han sido desterrados de su país o han huido por temor a su seguridad desde abril de 2018, cuando se recrudeció la represión del régimen contra la prensa, según los datos de la Fundación para la Libertad de Expresión y la Democracia (FLED).
Nicaragua ocupa el puesto 163 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024 establecida por RSF.